Descontentos sindicales en el sector público
Los empleados del sector público consideran insuficientes los aumentos salariales prometidos por el Gobierno rumano.
Ştefan Stoica, 23.05.2024, 11:38
El Ministerio de Trabajo de Bucarest ha abierto un debate público sobre un proyecto de ordenanza que prevé el aumento en un 10% este año de los salarios de algunas categorías de empleados, en dos tramos, en junio y septiembre. Según el proyecto de ordenanza, recibirían sueldos más altos los empleados de las instituciones culturales y del Registro Mercantil, los diplomáticos, los empleados de la defensa, así como los de los ayuntamientos y las instituciones financiadas con los ingresos propios del Gobierno y el Parlamento. El personal de las agencias distritales para la protección del medio ambiente y de la agencia de protección del medio ambiente de Bucarest también se beneficiaría de aumentos. El impacto presupuestario se estima en más de mil millones de leus, equivalentes a 200 millones de euros, que se obtendrán mediante la reorganización y el recorte del gasto en bienes y servicios.
Por primera vez, se oyó decir al jefe del Gobierno de la coalición PSD-PNL, el líder socialdemócrata Marcel Ciolacu, que el Ejecutivo no podía permitirse un aumento mayor. Esto es lo que se desprende del análisis realizado por el Ministerio de Finanzas, precisó Ciolacu. El aumento salarial del 10% también se concedería a los empleados de los museos o del aparato de trabajo del Gobierno. Éstos así como los empleados de las agencias del medio ambiente han reaccionado negativamente a la propuesta del Gobierno. Los empleados del medio ambiente de los distritos de Bacău (este) y Mehedinți (suroeste) protestaron durante varias horas el miércoles. Reclaman que los salarios de los territorios se equiparen a los del centro y aumenten al menos un 20%. Los manifestantes acusan al Ejecutivo de promover una política salarial discriminatoria que no tiene en cuenta sus necesidades reales. Si no se eliminan las desigualdades denunciadas, podrían convocarse formas de protesta más radicales, incluida la interrupción de la concesión de permisos para grandes proyectos, como los que cuentan con fondos gubernamentales o europeos, advirtieron los empleados del sector del medio ambiente.
Los empleados de los Archivos Nacionales del Servicio Distrital de Caras-Severin (suroeste) también organizaron una protesta espontánea a principios de la semana, denunciando las desigualdades salariales entre los servicios distritales y el aparato central. La protesta consistió en parar el trabajo y suspender la jornada laboral de cara al público. Aunque en enero se puso en marcha un proceso de homologación salarial en varios sectores de la actividad presupuestaria, los empleados de los Archivos Nacionales han sido omitidos de estos esfuerzos, según acusó un empleado.
El Gobierno de Bucarest está sometido a una doble presión: la de algunas categorías de empleados del sector público que se sienten injustamente tratados en comparación con otros empleados públicos, que han visto resuelta la mayoría de sus demandas salariales por el Gobierno, y la del déficit presupuestario, que ha aumentado hasta niveles preocupantes. Y el enorme slalom electoral que comienza el 9 de junio con las elecciones legislativas locales y europeas, continúa en septiembre con las elecciones presidenciales y termina en diciembre con las elecciones legislativas nacionales apenas ha comenzado.