Delegación FMI en Bucarest
Una delegación conjunta de los acreedores internacionales está presente en Bucarest para efectuar una nueva evaluación del acuerdo de tipo stand-by concluido el pasado otoño.
Corina Cristea, 02.06.2014, 16:28
Una delegación conjunta de los acreedores internacionales está presente en Bucarest para efectuar una nueva evaluación del acuerdo de tipo stand-by concluido el pasado otoño. Uno de los temas que se tratarán es la intención del gobierno de reducir las contribuciones al seguro social en un 5%.
Una misión del FMI, la Comisión Europea y el Banco Mundial está evaluando en Bucarest, durante dos semanas, el último acuerdo de tipo stand-by concluido con Rumanía. La Junta Gestora del FMI aprobó en el mes de septiembre del año pasado la carta de intención remitida por las autoridades rumanas a fin de concluir este acuerdo de tipo preventivo por un valor de casi 2.000 millones de euros por un período de 2 años, al cual se añaden otros 2.000 millones de euros por parte de la Comisión Europea.
Se trata del décimo acuerdo concluido por Rumanía con el FMI en los 23 últimos años, que vencerá a mediados del próximo año. En opinión del ministro delegado para el presupuesto, Liviu Voinea, este contrato de estabilidad es, a ciencia cierta, el último concluido con estas instituciones de crédito. La evolución de los índices macroeconómicos y, de manera especial, el equilibrio presupuestario, centran la atención del diálogo, teniendo en cuenta que las recaudaciones presupuestarias no superan el nivel previsto y el gobierno intenta aplicar una serie de medidas que afectarán negativamente a los ingresos a las arcas del estado.
Entre estas figura la intención de la titular de Hacienda, Ioana Petrescu, de reducir las contribuciones a la seguridad social en un 5%. En opinión del analista económico Aurelian Dochia, el Ejecutivo debe convencer a los representantes de los acreedores internacionales de que existen recursos que harán posible la aplicación de esta medida a partir del próximo 1 de julio:
“Aunque los índices de rendimiento macroeconómico han sido muy buenos, especialmente en lo que atañe al crecimiento económico, resulta sorprendente que este no se haya reflejado de manera adecuada también en los ingresos a las arcas del estado y tal vez este sea un punto importante de diálogo con la misión del FMI. En relación con esto, es posible que también las propuestas del gobierno de reformar el sistema fiscal y de reducir las contribuciones a la seguridad social se analicen con suma atención y los argumentos tienen que estar muy bien formulados para convencer al FMI de que semejante reducción no conllevará un desequilibrio en la estructura presupuestaria que conduzca a un déficit al final del año que supere los objetivos establecidos.”
En opinión de la titular de Hacienda, la reducción de las contribuciones a la seguridad social para las empresas mejorará el sector empresarial, reducirá la carga fiscal para los empleadores honrados y podría conducir a la creación de puestos de trabajo, a raíz de la bajada del empleo en negro. Se estima que mediante la aplicación de esta medida, las pérdidas presupuestarias alcanzarán en el segundo trimestre más de 2.500 millones de lei, pero el Ejecutivo espera también resultados positivos en el presupuesto, de casi mil millones, tanto del crecimiento económico suplementario como de los impuestos correspondientes a los puestos de trabajo trasladados del mercado negro a la zona fiscalizada.