Debates sobre la tasa de solidaridad
La coalición gubernamental rumana toma en cuenta imponer mayores tasas en el caso de las grandes compañías, intención rechazada por el ámbito empresarial.
Ştefan Stoica, 08.12.2021, 13:43
El Gobierno rumano de coalición está bajo la presión de las necesidades presupuestarias después de haberse comprometido a aumentar a partir del 1 de enero el salario mínimo, las pensiones y los subsidios. Estos días se crea el presupuesto para 2022, y una forma de aumentar los ingresos sería la de imponer una tasa de solidaridad en el caso de las grandes compañías. Es la propuesta del socio más pequeño en la coalición, la Unión Democrática de los Húngaros de Rumanía (UDMR, por sus siglas en rumano). El vice primer ministro Kelemen Hunor, presidente de la formación, ha declarado que la tasa de un 1% de la cifra de negocios que ha propuesto será dirigida a las inversiones en sectores prioritarios como la salud y la educación. “Es una propuesta para un corto período, de un año, para aumentar los ingresos al presupuesto durante un período difícil cuando, a causa de la inflación, del aumento de los precios de la electricidad, es necesario traer al presupuesto algunos fondos con los que ayudar a las personas que necesitan ayuda”, ha explicado Hunor. El PSD está de acuerdo con esta idea, pero el PNL la mira con reticencia. Las empresas afectadas por esta medida, públicas o privadas, son las que tienen una cifra de negocios de 100 millones de euros como mínimo. Al referirse a estas empresas, Kelemen Hunor ha afirmado que hay períodos difíciles cuando hay que mostrar solidaridad con aquellos ciudadanos y con aquella sociedad que te ayuda a obtener beneficios.
Esta cuestión será debatida con el ámbito empresarial. Éste ha respondido ya en el contexto de los rumores anteriores que anunciaron una medida de este tipo y la rechazan. La Cámara de Comercio Americana en Rumanía, que representa a más de 470 compañías americanas, multinacionales y rumanas, ha enviado un mensaje de preocupación por parte de la comunidad empresarial respecto a la intención de la coalición gubernamental de aumentar el peso fiscal en el caso de las grandes compañías en Rumanía, en un momento en el que el ámbito de inversiones y de negocios estaría ya afectado por numerosas crisis.
“Después de un período de crisis política prolongada, durante la cual la confianza de las compañías en el ámbito de inversiones de Rumanía ha caído, a la vez con un período máximo de crisis de COVID, el aumento de los precios de la electricidad y el aumento de las tensiones en el mercado laboral, las noticias sobre las nuevas tasas no hacen más que aumentar los riesgos de reorientación de los planes de inversión y ampliación”, ha advertido la AmCham. Según han afirmado sus representantes, la falta de previsibilidad y el incremento de la inestabilidad a través de medidas imprevistas desalienta las inversiones y las intenciones de las compañías respecto al mercado de Rumanía, y el impacto negativo a medio y largo plazo superará el beneficio a corto plazo. Según se afirma en la prensa económica, más de 300 compañías rumanas y extranjeras activas en Rumanía se podrían ver afectadas por una “tasa de solidaridad” del 1%, y un cálculo muestra que el Gobierno recibiría de estos impuestos adicionales más de 5.000 millones de lei, es decir más de 1.000 millones de euros. El Consejo de los Inversores Extranjeros ha solicitado también que se renuncie a esta medida, sobre la cual ha afirmado que sanciona exactamente a aquellas categorías de compañías que cumplen sus deberes fiscales y que han conseguido tener buenos resultados en condiciones sanitarias restrictivas.
Versión española: Monica Tarău