Debates sobre la educación en línea
El Consejo Nacional de Rectores pide a las autoridades que cambien el marco legislativo para que el acceso al espacio universitario se realice con el certificado verde digital, excepto en el caso de las personas con contraindicaciones médicas.
Mihai Pelin, 11.10.2021, 12:30
La pandemia de COVID ha hecho que la enseñanza en Rumanía se desarrolle también en línea. Las clases presenciales han sido suspendidas en algunas escuelas, que ya no se cierran según la tasa de incidencia en cada localidad, sino según el número de casos en cada centro de enseñanza. Las autoridades han introducido pruebas rápidas de antígeno no invasivas efectuadas usando muestras de saliva para los alumnos y los niños de preescolar, el personal docente, docente auxiliar y no docente, después de haberse aprobado su uso para monitorear permanentemente y de manera eficaz el riesgo epidemiológico.
El primer ministro liberal destituido, Florin Cîţu, ha explicado que los alumnos cuyos padres no están de acuerdo con las pruebas efectuadas el octavo día de la cuarentena impuesta en una clase a causa de un caso de COVID-19 seguirán estudiando en línea. Algunos estudiantes y padres piden que las clases se desarrollen desde casa en las localidades donde la incidencia de los casos supere el umbral de 6 por cada mil habitantes. El Consejo de los Estudiantes ha advertido que, en menos de un mes desde que comenzó el nuevo año escolar, más de 13.000 estudiantes y aproximadamente 4.000 profesores de Rumanía se han infectado. Al no efectuar pruebas periódicamente, al descuidar las medidas adicionales de protección para los alumnos con enfermedades crónicas asociadas y al establecer umbrales demasiado elevados para cerrar los centros de enseñanza se seguirá poniendo en peligro la vida de la gente, han añadido los representantes de los estudiantes. Además, ellos consideran que mantener las escuelas abiertas supone para muchos de ellos usar el transporte público e interactuar con muchas personas en la comunidad, lo que favorece la propagación del virus. Asimismo, los padres consideran que ahora es muy peligroso y acusan la incompetencia de las autoridades. La situación tampoco es buena en la educación universitaria. Los rectores quieren que el certificado verde, que acredita que la persona está vacunada, ha pasado la enfermedad o tiene un resultado negativo en una prueba PCR para detectar el virus SARS-CoV-2, sea obligatorio en las universidades.
El Consejo Nacional de los Rectores pide que cambie el marco legislativo para que el acceso a las universidades y a los campus se realice según la prueba de la vacunación contra la COVID, excepto en el caso de las personas que tienen contraindicaciones médicas respecto a la vacunación. El ministro interino Sorin Cîmpeanu ha explicado que ahora el Gobierno no puede iniciar un proyecto de ley, sino que sólo lo puede hacer el Parlamento. El alto cargo ha afirmado que en el Consejo de los Rectores se ha hablado de la posibilidad de enviar una carta a todos los partidos parlamentarios para que éstos aclaren si apoyan o no un proyecto de ley de este tipo. Sorin Cîmpeanu ha añadido que, en el caso de la obligatoriedad del certificado verde en las universidades, se trataría tanto de los estudiantes, como de los empleados. Sin embargo, los representantes de los estudiantes no están de acuerdo con la idea de que su participación en las actividades didácticas dependa de la vacunación. En las universidades de Rumanía, la tasa de vacunación es de un 50-55%, por debajo del promedio europeo, siendo la Universidad de Medicina de Târgu Mureș (centro), la única con más de un 90%.
Versión española: Monica Tarău