De nuevo sobre los conflictos congelados en el mar Negro
El jefe de la diplomacia de Rumanía, Bogdan Aurescu, destacó en Washington la importancia de la seguridad en la región del mar Negro.
Leyla Cheamil, 10.11.2021, 15:27
Como extremidad del flanco sur de la OTAN, la región del mar Negro, que conecta Europa con la zona del mar Caspio, Oriente Medio y Asia Central, es de particular importancia estratégica para la Alianza del Atlántico Norte. La situación en la región es compleja, ya que se enfrenta a problemas de seguridad y estabilidad. Uno de los conflictos más importantes, con repercusiones significativas, es el que existe entre Rusia y Ucrania, desde 2014, causado por la anexión de parte del territorio de Ucrania, la península de Crimea, por parte de la Federación Rusa. Por otro lado, la situación en Transnistria, un enclave separatista prorruso en la República de Moldavia, exsoviética, con habla mayoritariamente rumana, sigue sin resolverse. Chisináu perdió el control de Transnistria tras una guerra civil en la que los separatistas fueron apoyados por el ejército ruso. Georgia, a su vez, perdió el control de Abjasia. El territorio separatista se declaró república autónoma en 1992, después de una guerra civil en la que los separatistas fueron apoyados por el ejército ruso. Otro territorio en Georgia, Osetia del Sur, declaró su independencia en 2008 después de que el ejército ruso interviniera del lado de los separatistas.
Mientras estaba en Washington para fortalecer la cooperación de seguridad con los Estados Unidos, el jefe de la diplomacia rumana, Bogdan Aurescu, presentó el punto de vista de Rumanía sobre la región del mar Negro. Llamó la atención, en una discusión pública dentro del Consejo Atlántico, sobre los viejos conflictos, que aún no se han resuelto, y subrayó que Rumanía, durante más de dos décadas, presentó, en Washington, la importancia de la seguridad en la zona del mar Negro como parte de la seguridad transatlántica. Según Bogdan Aurescu, «lo que sucede en el mar Negro tiene un gran impacto en las relaciones transatlánticas en general». Señaló asimismo que, históricamente, la región siempre ha estado en la encrucijada de varios intereses: ambiciones imperiales, ideologías contrarias, diferentes intereses comerciales, siendo un puente entre Asia y Europa. «En las últimas tres décadas, el mar Negro ha sido una zona de conflicto y vemos que esta tendencia se mantiene desafortunadamente si miramos lo que sucedió este año, por ejemplo, en abril, cuando fuimos testigos del despliegue masivo de fuerzas rusas, quizás el mayor despliegue de este tipo desde la Guerra Fría, en la región», dijo Bogdan Aurescu. El jefe de la diplomacia rumana advirtió que es un elemento preocupante, que debería importar a todos, no solo a los países de la región. El alto cargo opina que la presencia militar estadounidense en la región, tanto en términos del número de tropas como del equipo, debe incrementarse no solo en Rumanía y en la parte sur del flanco oriental, porque hay una menor presencia en la parte sur del flanco oriental y una presencia más sólida en la parte norte del mismo.
Versión en español: Victoria Sepciu