Conmemoración de los héroes de la revolución rumana
24 años después de la Revolución rumana anticomunista, los trágicos acontecimientos de Bucarest y de otras ciudades de Rumanía siguen despertando mucho interés entre los rumanos.
Valentin Țigău, 23.12.2013, 16:51
En Rumanía continúan los actos conmemorativos dedicados a la Revolución anticomunista del mes de diciembre de 1989. Tras la huida del dictador Nicolae Ceauşescu y de su esposa Elena –condenados y ejecutados el 25 de diciembre — y después de haberse creado el Frente de Salvación Nacional, siguieren los enfrentamientos entre los revolucionarios y las fuerzas partidarias del antiguo régimen, consideradas como “terroristas”.
Ellos atacaron edificios importantes para la vida social y política: la radio y la televisión, la compañía telefónica, ministerios, aeropuertos y hospitales. Se distribuyeron armas a los civiles, pero también se indujo el estado de pánico. Los nuevos responsables, liderados por Ion Iliescu, pidieron a la población que salieran a la calle para defender lo que los revolucionados habían conseguido obtener. También hubo incidentes lamentables, como el que tuvo lugar en el Aeropuerto de Otopeni, el mayor del país, cuando los defensores dispararon contra aquellos que venían para ayudarles creyendo que les atacaban y mataron el 23 de diciembre a decenas de militares inocentes.
En total, en la Revolución rumana se registraron 1.100 víctimas. También, el 22 de diciembre por la noche murió en Bucarest el periodista francés Jean-Louis Calderon. Asimismo, hubo heridos en la Radiodifusión Rumana, que se convirtió en medio de comunicación entre la población y los revolucionarios. Los acontecimientos de Bucarest fueron largamente comentados en la prensa internacional. Además, lideres mundiales como Gorbaciov, Bush, Mitterand y Thatcher aplaudieron inmediatamente los cambios políticos de Bucarest. Hoy, 24 años después, la Revolución sigue siendo un importante tema de debate, tanto entre aquellos que salieron a la calle, como entre aquellos que la consideran como un golpe de estado. Algunos de ellos recuerdan aquellos días:
“Fue una tragedia: murió gente… Esperábamos que mejorara la situación después de 1989. Conseguimos obtener la libertad (…). Nadie me había llamado, vine solo. Y me quedé hasta el 2 de enero para tener libertad total.”
Los actos conmemorativos terminarán el 25 de diciembre, cuando se celebra la Navidad.
(Traducción: Monica Tarau)