Conmemoración de las víctimas de la Revolución rumana del año 1989
Los rumanos conmemoraron a las víctimas de la Revolución anticomunista que tuvo lugar hace 30 años.
Bogdan Matei, 23.12.2019, 16:06
El pasado domingo por la noche, miles de habitantes de la capital salieron a la calle para rendir homenaje a la memoria de sus compatriotas muertos durante los días de la revolución anticomunista de 1989. A los participantes se les unieron también el presidente Klaus Iohannis y el primer ministro Ludovic Orban marchando por las avenidas céntricas de la capital que hace 30 años fueron escenario de luchas.
En la ceremonia organizada delante de la sede del antiguo Comité Central del Partido Comunista, también estuvieron presentes los embajadores de EEUU, Adrian Zuckerman, y del Reino Unido, Andrew Noble, que dieron lectura a los nombres de los héroes caídos. De este lugar, el 22 de diciembre del año 1989, bajo la presión de cientos de miles de manifestantes, el dictador comunista, Nicolae Ceausescu, huyó en helicóptero. Tras ser capturado, y después de un juicio sumario, Ceausescu fue ejecutado el 25 de diciembre de 1989 en un cuartel de la ciudad de Targoviste, dejando atrás un país arruinado y ensangrentado, pero también muchos enigmas que siguen sin dilucidar hasta nuestros días.
Durante la Revolución rumana, perdieron la vida 1.142 personas, más de 3.000 resultaron heridas y cientos de personas fueron detenidas ilegalmente y torturadas, pero el mayor número de muertos y heridos se registró después de la fuga de Ceausescu. Todas estas víctimas fueron atribuidas en la época a los llamados “terroristas, leales a la dictadura, terroristas cuya identidad nunca ha sido constatada. Los fiscales militares que enviaron al Tribunal el expediente de la Revolución acusan de haber infundido una verdadera sicosis terrorista que alimentó la pérdida de vidas humanas a Ion Iliescu, exministro en los años 70 durante el régimen de Ceausescu, caído en desgracia y percibido después como el líder político del cambio de régimen y a sus colaboradores. La matanza destinada a dar carácter legítimo al nuevo poder tuvo el resultado esperado. En el mes de mayo del año 1990, durante las primeras elecciones libres post revolucionarias, Iliescu obtendría un 85% de los votos desde la primera vuelta de las presidenciales, mientras que su partido, denominado Frente de Salvación Nacional, una mezcla heterogénea de revolucionarios auténticos y comunistas de segunda mano, se adjudicaría dos terceras partes del número de escaños en el Parlamento recién creado. Los fiscales respaldan también la idea de que el equipo de Ion Iliescu se constituyó como “una agrupación de disidentes que pretendía apartar al expresidente Ceausescu manteniendo a Rumania en la esfera de influencia de la Unión Soviética
El actual jefe del Estado, Klaus Iohannis, ha vuelto a afirmar que los culpables por los actos violentos cometidos durante la Revolución deben ser traídos ante la justicia y ha llamado a todos los rumanos a pronunciarse clara y rotundamente, con respecto a los acontecimientos del mes de diciembre de 1989, mencionando que el mejor antídoto contra el olvido es el de evocar los hechos. El pasado sábado, un par de horas después de prestar juramento para el segundo mandato el presidente condecoró a las asociaciones que representan a los revolucionarios de 1989, a los expresos políticos anticomunistas y a las víctimas del comunismo. Klaus Iohannis ha prometido que seguirá militando por la preservación de la memoria nacional, honrando el sacrificio de los héroes rumanos y defendiendo los valores de la democracia y del Estado de Derecho.