Condena definitiva para la exjefa de la DIICOT
La exjefa de la Dirección de Investigación de Delitos de Delincuencia Organizada y Terrorismo ha sido condenada definitivamente a cuatro años en prisión.
Roxana Vasile, 27.06.2018, 14:30
Alina Bica parece ser el prototipo perfecto del “ladrón que grita «¡ladrones!»” según un proverbio típico rumano. La exjefa de la Dirección de Investigación de Delitos de Delincuencia Organizada y Terrorismo ha sido condenada definitivamente el martes, a cuatro años en prisión, en un expediente en el cual los fiscales la acusaron de estar a favor del delincuente. En 2013, ella presionó para que un hombre de negocios controvertido, en el punto de mira de la justicia, Ovidiu Tender, recibiese una pena suspendida. De los 4 años de pena, a Alina Bica se le ha deducido el periodo de arresto preventivo, es decir entre enero y julio de 2015. La misma exjefa de la Dirección de Investigación de Delitos de Delincuencia Organizada y Terrorismo, protagonista de otros dos expedientes, ha sido, sin embargo, absuelta en un caso de soborno para cerrar un caso en el cual estaba implicado otro empresario.
Al menos próximamente, Alina Bica no tendrá que hacer el equipaje para presentarse en la penitenciaría, ya que está fuera del país. Desde diciembre, sus abogados anunciaron que no podía venir al proceso, ya que su clienta había tenido, como afirmaban en aquel momento, un accidente en España. Más tarde, se descubrió que la exjefa de la dirección de la lucha antiterrorista estaba en perfecto estado de salud en la lejana y soleada Costa Rica, donde había solicitado el estatuto de refugiado político. Alina Bica le sirvió de modelo a su buena amiga, Elena Udrea, sucesivamente consejera presidencial, jefa de la Oficina del Presidente, ministra de Turismo y ministra de Desarrollo Regional. Considerada familiar del ex jefe de Estado de derecha, Traian Băsescu, al que debe su ascensión política, Elena Udrea ha sido condenada, también definitivamente por el Tribunal de Casación y Justicia de Bucarest, a seis años de prisión y a pagar tres millones de euros, como indemnización en el expediente conocido como “Gala Bute”. En este expediente, los fiscales la acusan de usar ilegalmente fondos públicos para financiar un combate de boxeo en el que participó el excampeón mundial Lucian Bute. Declarada culpable por aceptar sobornos y abuso de poder, Elena Udrea no para de clamar su inocencia, también desde Costa Rica, donde embarazada, aspira como su amiga Alina Bica al estatuto de refugiado político.
En medio de los políticos o los potenciales empresarios enfrentados con la justicia, que han huido por causas penales, no hay que olvidar al pintoresco Radu Mazăre, exalcalde de Constanza, ciudad en el litoral del mar Negro, que después de ser acusado de corrupción, ha elegido como refugio Madagascar. La pequeña isla en el océano Índico es un antiguo amor de Mazăre, ya que no solo empezó un negocio allí, sino que también pidió la protección de las autoridades malgaches, debido a que en Rumanía era perseguido políticamente. Condenado definitivamente en Rumanía a 7 años de prisión, el magnate Puiu Popoviciu se refugió en Londres, y el político y hombre de negocios Sebastian Ghiţă, con numerosos expedientes en curso, parece que se ha enamorado irremediablemente de la vida en Belgrado.