Conclusiones de la misión del Fondo Monetario Internacional
La delegación de los acreedores internacionales de Rumanía y las autoridades no han llegado a un acuerdo durante la misión que se ha desarrollado en este período en Bucarest.
România Internațional, 10.02.2015, 20:14
En los últimos años, durante y después de la crisis económica y financiera, los acreedores internacionales de Rumanía — el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Comisión Europea – han influido mucho en las reformas que han promovido los gobiernos que se han sucedido en Bucarest. Algunos analistas sostienen que, si Rumanía no hubiera asumido varias obligaciones ante la troika, muchas de las medidas necesarias e impopulares que se han tomado no se habrían puesto en marcha. Sin embargo, han existido algunos casos en los que no han llegado a un acuerdo. Lo mismo ha pasado durante la misión que ha acabado este martes. No se han hecho compromisos, al menos de momento, respecto a la liberalización del precio del gas y de la privatización de algunas compañías energéticas, unas medidas que el FMI ha pedido con insistencia, pero que el Gobierno de izquierda ha rechazado categóricamente. El primer ministro Victor Ponta ha declarado que la liberalización significaría un incremento muy grande del precio del gas, tanto para la población, como para los agentes económicos. He aquí la declaración de Victor Ponta:
«La solicitud de la delegación de la Comisión Europea y del Fondo Monetario Internacional se refería a un incremento demasiado abrupto, a partir del 1 de abril, de 53,3 lei por megavatio a 62, y nosotros consideramos que este incremento no es sostenible. El segundo aspecto en el que no nos hemos puesto de acuerdo se refiere a las dos compañías que tenemos: la Compañía Nacional Hunedoara y la Compañía Oltenia. La Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han pedido que se hicieran reestructuraciones masivas y radicales que, desde nuestro punto de vista, no podrían salvar la industria de la energía del carbón y los empleos, sino que los enviarían a una epiral que, dentro de unos años, llevaría a la reducción significativa de este sector en Rumanía.»
Por lo tanto, la misión no ha acabado con la habitual declaración de intenciones, los debates sobre los dos temas pendientes se retomarán en abril. Viorel Ştefan, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de los Diputados, ha explicado:
“El acuerdo en si sigue estando vigente. El hecho de que no se haya firmado una declaración de intenciones significa una suspensión temporal, hasta que los expertos del gobierno y los expertos de las instituciones internacionales se pongan de acuerdo sobre los asuntos que no se han aclarado durante esta misión.»
Desde la oposición, el Partido Nacional Liberal considera que las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional han sido un fracaso. He aquí la declaración del liberal Gheorghe Ialomiţianu, exministro de Hacienda:
“El Fondo Monetario Internacional nos está diciendo que el actual gobierno no ha cumplido con sus compromisos, y el gobierno nos está diciendo que todo está bien. Por lo tanto, estamos en una situación delicada, hemos llegado a un punto muerto. Esto representa también una incertidumbre para el sector empresarial.»
Rumanía ha firmado con el FMI un acuerdo stand-by de 2.000 millones de euros, y las autoridades no han accedido ya a los fondos.