Conclusiones de la cumbre europea de invierno
La guerra en Ucrania, las relaciones comerciales entre la UE y Estados Unidos, la situación en Oriente Próximo y la injerencia de Rusia en los procesos electorales de Rumanía, República de Moldavia y Georgia fueron algunos de los temas tratados en la cumbre europea de invierno celebrada en Bruselas.
Sorin Iordan, 20.12.2024, 10:48
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se reunieron en Bruselas para debatir la guerra en Ucrania, la migración, la situación en Oriente Próximo, la República de Moldavia y Georgia, la respuesta del bloque comunitario a las crisis y la injerencia de Rusia en las elecciones rumanas. En su intervención en la cumbre europea de invierno, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que lo que más necesita su país es que tanto la UE como Estados Unidos sigan apoyando a Kiev. Zelenski añadió que desea que Donald Trump, que volverá a la Casa Blanca a partir del 20 de enero de 2025, esté del lado de Ucrania en la guerra contra la invasión rusa, y señaló que Ucrania necesitará garantías de seguridad por parte de la UE y Estados Unidos para asegurar la paz a largo plazo.
El regreso de Trump a la dirección de EE. UU también preocupa a los países europeos, que prevén que sus políticas soberanistas vuelvan a afectar a las relaciones comerciales, como ya ocurrió en su anterior mandato. Existe el temor de que la nueva administración estadounidense pueda aumentar hasta un 20% los aranceles a la importación de productos europeos. En este contexto, la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaya Callas, dijo que los dos bloques deben evitar a toda costa una guerra comercial porque ambas economías se verían afectadas. No hay ganador en una guerra comercial, declaró, y si nos enfrentáramos a tal escenario, China sería la que más se reiría.
Otro tema ampliamente debatido fue la injerencia rusa en los procesos electorales. Presente en la cumbre, el presidente rumano, Klaus Iohannis, afirmó que el comportamiento de Moscú no es sólo una amenaza para Rumanía sino para todas las democracias. Pidió a los países de la UE que trabajaran juntos, también en el intercambio de información, para poder detectar y contrarrestar rápidamente esas intromisiones. En referencia a este asunto, el primer ministro polaco, Donald Tusk, afirmó que todos los líderes europeos, incluidos los escépticos, son ahora conscientes de la agresividad con la que Rusia intenta desestabilizar los sistemas democráticos de los países de la UE, y puso como ejemplos las injerencias rusas en Georgia, Moldavia y Rumanía.
Por último, los líderes europeos debatieron la evolución de la situación en Siria tras la destitución de Bashar al-Assad. Los países europeos han declarado que han establecido contactos diplomáticos con la nueva dirección, pero están a la espera de que el nuevo Gobierno de Damasco tome medidas para continuar su apoyo financiero y humanitario. La UE desea que la situación se estabilice para poder repatriar a Europa a algunos de los refugiados sirios, ya que su presencia ha aumentado las tensiones sociales y ha propiciado el auge político de la extrema derecha.