Cómo han votado los rumanos del extranjero
Un gran número de rumanos fuera del país han votado en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Ştefan Stoica, 17.11.2014, 18:49
Las elecciones presidenciales de Rumanía se disputaron hasta el último minuto. Un día después de la segunda vuelta de las elecciones, un analista comentaba que antes de tomar el cargo de presidente, el ganador de las elecciones, el representante de la Alianza Cristiana Liberal Klaus Iohannis, debería agradecer a los ciudadanos su paciencia. Se refería a los miles de rumanos en el extranjero que hicieron colas interminables para poder ejercer su derecho al voto. Las imagenes verdaderamente inverosímiles invadieron las redes sociales y las televisiones del país. Pero miles de ciudadanos esperaron en vano.
Después de haber esperado horas, regresaron sin haber votado a sus casas situadas en algunos casos a cientos de kilómetros de distancia. En su primera declaración después de haberse anunciado los resultados estimados, Klaus Iohannis agradeció a aquellos que habían votado. Añadió también que el Gobierno es responsable de la manera en la que se organizó el escrutinio en el extranjero 25 años después de la Revolución rumana, cuando la gente salió de casa para luchar, entre otros, por su derecho al voto. Después de la primera vuelta, durante días, el Ministerio de Exteriores y la Junta Electoral Central se echaron la responsabilidad de poner en marcha posibles medidas para ayudar a los rumanos del extranjero a expresar sus opciones electorales en mejores condiciones que el 2 de noviembre. Se trataba sobre todo de aumentar el número de centros de votación. La medida no se puso en práctica, pero el 16 de noviembre el número de votantes fue más del doble.
La mayoría fueron en Italia, España, la República de Moldavia, Gran Bretaña, Francia y Alemania. En Torino y París, los ciudadanos que no pudieron votar manifestaron su ira contra las autoridades de Bucarest y los guardias italianos y franceses tuvieron que usar los gases lacrimógenos para restablecer la tranquilidad en las ciudades. Para manifestar su solidaridad y protestar contra la manera en la que se organizaron las elecciones en el extranjero, miles de rumanos salieron el domingo por la noche a las calles de Bucarest y otras ciudades de Rumanía. Algunos opinan que los perdedores de las elecciones son las autoridades en general, no solo el actual primer ministro, el socialdemócrata Victor Ponta. Entre las dos vueltas de las elecciones, Ponta declaraba que, si un solo rumano en el exterior no conseguía votar, “el ministro de Exteriores, los secretarios de Estado, los embajadores… todos tendrían que irse.”