Coches cada vez más «verdes» en la UE
Tras meses de negociaciones, los Estados miembros de la UE han acordado retirar los coches que emiten dióxido de carbono antes de 2035.
Mihai Pelin, 29.03.2023, 13:44
A partir de 2035, la UE renuncia a la venta de coches nuevos con motores de combustión interna, es decir de gasolina y diésel. Los Estados miembros llegaron a un acuerdo final y la votación tuvo lugar en la reunión de los ministros europeos de Energía. Las nuevas normas imponen reducir en un 55 % las emisiones de los vehículos de motor frente a los niveles registrados en 2021. Respecto a los vehículos utilitarios, el objetivo es el de reducirlas en un 50 % hasta 2035, pero, a partir de esta fecha, se impone una reducción en un 100 % de las emisiones, lo que significa dejar de producir motores de combustión, que usan combustible fósil. Sin embargo, se podrá emplear este tipo de motores posteriormente, siempre que usen combustibles ecológicos. Esta excepción se debe a la presión que Alemania ha ejercido durante el último mes. Este tipo de combustible, que se desarrolla actualmente, es sintético, como el hidrógeno, y su uso tiene emisiones. Pero la filosofía de la denominada neutralidad se debe a que estos combustibles ecológicos se producen al capturar dióxido de carbono de la atmósfera usando la electricidad procedente de fuentes renovables. Posteriormente, las emisiones de este motor liberarán a la atmósfera la misma cantidad de dióxido de carbono captada para la producción, y no más. Entre los combustibles ecológicos que pueden suministrar energía a los motores producidos después de 2035 no están los biocombustibles, porque proceden de la agricultura y ya tienen una huella de carbono. Los combustibles ecológicos serán objeto de una normativa posterior. Sin embargo, los expertos se preguntan qué tipo de energía será aceptada para producirlos.
Se puede hablar también de la energía eléctrica nuclear, un recurso cada vez más valorado por la Comisión Europea para la transición hacia la economía sin emisiones. Estados como Francia, Polonia o Rumanía intentan obtener reconocimiento y también ventajas para el uso de la energía atómica, tanto para producir la electricidad en sí, como para obtener combustibles ecológicos, como es el hidrógeno. Los países que se oponen a la energía nuclear son Alemania, Austria y España. Por otro lado, Noruega ha fijado el objetivo más cercano para renunciar a los coches de combustión interna. Es el país con el mercado automovilístico más electrificado del mundo, teniendo en cuenta que, en 2022, casi cuatro de cada cinco coches nuevos vendidos, es decir un 79 %, fueron eléctricos. Se renuncia a los motores de combustión interna en el contexto en que las ventas de Dacia, coche fabricado en Rumanía, en Pitești (sur), por los franceses de la compañía Renault, aumentaron el año pasado en Europa. Según afirman representantes de esta empresa, Dacia confirmó el tercer lugar en la clasificación europea de las ventas a clientes privados, con una cuota de mercado del 7,6 %. Ford es el segundo gran jugador en la industria automovilística rumana. La compañía Ford Otosan, una empresa conjunta turco-estadounidense, fabrica este vehículo en Craiova (sudoeste).
Traducción al español: Monica Tarău