Cargos penales en la tragedia de Piatra Neamţ
Los fiscales rumanos han acusado a varias personas en el caso del incendio de un hospital en el noreste del país.
Eugen Coroianu, 29.10.2021, 13:31
Los fiscales de la Fiscalía General acusan a 10 personas, 6 de las cuales desempeñaron sucesivamente el cargo de director interino del hospital, en el caso del incendio del año pasado en Piatra Neamţ (noreste de Rumanía), en el que murieron 10 pacientes con COVID-19. La tragedia tuvo lugar en el Hospital de Urgencias del distrito, en la unidad de cuidados intensivos donde 17 pacientes estaban hospitalizados en dos salas. Un anestesiólogo, que entró en una de las salas en llamas tratando de salvar a los enfermos, sufrió quemaduras graves y fue trasladado a Bruselas para recibir tratamiento. Los cargos son homicidio culposo, lesiones corporales culposas, homicidio involuntario y no tomar medidas legales de seguridad y salud en el trabajo.
Según Agerpres, en el mismo caso, dos enfermeras que atendieron a los pacientes están acusadas de dejar desatendida una fuente de fuego abierta, así como el médico jefe del Departamento de UCI, por no tomar las medidas necesarias para asegurar la ventilación en las salas. Además, el médico jefe está acusado de falsificar un documento de atención al paciente junto con otro médico. El hospital también figura entre los acusados. En cuanto a los gerentes, los fiscales dicen que, en el contexto de la pandemia y la declaración de la unidad de salud como unidad de apoyo del COVID, habrían organizado inadecuadamente la actividad específica a nivel hospitalario al no realizar una revisión de seguridad ocupacional y riesgos para la salud en condiciones laborales. Este cambio incluyó la adopción de una terapia que implica aumentar la cantidad de oxígeno administrado a los pacientes con COVID-19, aumentando implícitamente la concentración de oxígeno en la atmósfera de las habitaciones donde estos pacientes son tratados. Los sospechosos no establecieron medidas preventivas para garantizar la seguridad y la salud en la sección de UCI en las nuevas condiciones, con la consecuencia del incendio de la sala. Las dos enfermeras están acusadas de que, durante el ejercicio de sus funciones de atención a los pacientes en oxigenoterapia, utilizaron y dejaron desatendida una vela encendida, en el contexto de la agonía de un paciente. Este habría sido el origen del incendio, con la consecuencia de que el fuego quemara la sala. El hospital está acusado de no tomar las medidas adecuadas para la ventilación en las salas de cuidados intensivos, así como para apoyar la atención médica en caso de interrupción del suministro de gas. Este año han ocurrido tragedias similares en Rumanía, en Bucarest y Constanza (sureste).
(Versión española:Simona Sarbescu)