Caída de la inversión extranjera
La inversión extranjera directa en la economía rumana cayó más de un tercio el año pasado
Bogdan Matei, 01.10.2024, 10:35
El Banco Nacional de Rumanía ha anunciado una disminución significativa de las inversiones extranjeras directas el año pasado en comparación con 2022. Su flujo neto en 2023 ascendió a casi 6750 millones de euros, un 36,3 % menos que la cifra récord registrada el año anterior.
Según los expertos del Banco Central, la evolución está en consonancia con la tendencia internacional y puede atribuirse principalmente a las incertidumbres económicas y las tensiones geopolíticas, especialmente en el contexto de la prolongada guerra en la vecina Ucrania y el conflicto en Oriente Medio, que han llevado a los inversores extranjeros a adoptar una actitud prudente. Su reticencia, dicen otras voces, se ha visto amplificada por lo que algunos llaman el secuestro del motor económico franco-alemán de Europa.
Los principales sectores que atrajeron dinero extranjero a Rumanía fueron la industria, la intermediación financiera, los seguros y el comercio, y la cantidad total de fondos extranjeros absorbidos directamente por la economía rumana alcanzó los 118 000 millones de euros a finales de 2023.
El analista financiero Adrian Codirlașu, vicepresidente del instituto CFA Rumanía, señala que esta tendencia a la baja ha continuado en 2024: hay unos 800 millones de euros menos. Los especialistas afirman que hay un vacío que podría cubrirse con inversiones nacionales.
Según el ministro responsable, Adrian Câciu, el importe total de las inversiones comprometidas por el Estado rumano, financiadas con fondos nacionales, fondos europeos no reembolsables o a través del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia, asciende a 155 000 millones de euros, aproximadamente la mitad del Producto Interior Bruto.
El Gobierno rumano anunció recientemente el lanzamiento de un paquete de programas estratégicos para desarrollar la economía, el más importante de los cuales es el programa nacional de apoyo a la gran industria, dotado con 1000 millones de euros.
También está previsto un plan de ayudas estatales de 500 millones de euros y exenciones fiscales para inversiones estratégicas de más de 150 millones de euros en el sector manufacturero. El beneficiario debe crear directamente al menos 250 puestos de trabajo y desarrollarse en regiones con un producto interior bruto per cápita inferior a la media nacional. El Gobierno también promete 250 millones de euros anuales para las empresas que inviertan en la producción de materias primas industriales.
Todo esto, reconocen desde el gobierno, no puede lograrse sin asociaciones público-privadas. También advierten de que Rumanía tendrá que seguir pidiendo préstamos para completar los proyectos a gran escala que ha iniciado –nuevas autopistas, hospitales, estadios o pabellones deportivos, escuelas renovadas, puertos y ferrocarriles modernizados–, pero afirman que los préstamos se devolverán de forma natural, a través de lo que denominan como ecosistemas económicos creados por estas inversiones.
Versión en español: Antonio Madrid