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En las últimas 24 horas, en Rumanía se han notificado 2.241 nuevos casos de COVID-19 y 16 muertes, de las cuales 4 anteriores al periodo de referencia.
România Internațional, 20.03.2022, 18:35
En las últimas 24 horas, en Rumanía se han notificado 2.241 nuevos casos de COVID-19 y 16 muertes, de las cuales 4 anteriores al periodo de referencia.
El número de personas infectadas con SARS-CoV-2 ingresadas en los hospitales se acerca a los 3.000, mientras que en Cuidados Intensivos hay 464 pacientes. El número de virosis respiratorias también ha empezado a aumentar, sobre todo porque ya no es obligatorio llevar una mascarilla protectora. En tan sólo una semana se registraron casi 48.000 infecciones respiratorias agudas. En Rumanía, el estado de alerta se levantó el pasado 9 de marzo y ya no hay restricción alguna.
El Gobierno rumano está preparando un plan nacional para ayudar a los refugiados que han llegado a nuestro país desde Ucrania.
Los que han decidido quedarse en Rumanía, al menos temporalmente, recibirán ayuda de parte de las autoridades para encontrar un trabajo si lo desean, tener acceso a la sanidad y los niños a la educación. Seis grupos de trabajo se ocuparán de la integración de los refugiados. La semana que viene, la Comisión Europea enviará un equipo a Bucarest para evaluar el gasto del Gobierno con los refugiados ucranianos y determinar cómo será reembolsado por los fondos europeos. Casi 80.000 ciudadanos ucranianos han optado por quedarse en Rumanía, de los cuales más de 4.000 ya han solicitado asilo, según informan las autoridades. Más de 3.000 ucranianos han conseguido encontrar trabajo legalmente en Rumanía desde el 24 de febrero, cuando estalló la guerra en Ucrania. Hasta ahora, han entrado en Rumanía más de 500.000 ciudadanos ucranianos, de los cuales unos 30.000 son niños. El número total de refugiados se estima en 3,3 millones.
Ahora más que nunca, la gran familia de la Francofonía debe ser solidaria para hacer frente a los graves desafíos del espacio francófono, como la horrenda guerra de Rusia contra Ucrania, la trágica situación humanitaria generada por la guerra, o el déficit de seguridad y la amenaza del terrorismo en el Sahel, ha dicho el primer ministro Nicolae Ciucă en un mensaje pronunciado hoy con motivo del Día Internacional de la Francofonía.
La Francofonía es una comunidad de valores, pero debido a la guerra iniciada por Rusia en Ucrania, los valores comunes se ven amenazados de un lado a otro del espacio francófono, desde Europa del Este hasta África Occidental, declaró el ministro de Asuntos Exteriores Bogdan Aurescu. Rumanía se convirtió en miembro de la Organización Internacional de la Francofonía en 1993. En la actualidad, el Museo del Campesino Rumano presenta en la sala de cine «Horia Bernea» producciones o coproducciones francesas, mientras que la Ópera Nacional de Bucarest pone en escena el espectáculo «Giselle», de Adolphe Charles Adam, bajo la batuta de Ciprian Teodorescu. El espectáculo contará con muchos de los bailarines refugiados de Ucrania, que han firmado recientemente contratos de colaboración con la Ópera de Bucarest. En el Teatro Nacional de Bucarest está programado el espectáculo «Adiós, señor Haffman», de Jean-Phillipe Daguerre. Esta noche tendrá lugar un concierto de música barroca francesa y música rumana en el Museo Nacional de Arte de Rumanía. La Biblioteca Nacional invita a la exposición de libros «Voces rumanas en exilio, en París».
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha conveversado hoy con su homólogo francés, Emmanuel Macron, sobre la cooperación, la búsqueda de una solución para la paz, la liberación de los territorios ucranianos y la salvación de las personas.
Al menos 260 civiles han muerto en los combates de la ciudad nororiental de Járkov desde que las tropas rusas invadieron Ucrania hace casi un mes, según las autoridades locales. Jarkov sigue siendo bombardeada por la artillería y varios edificios residenciales han sido alcanzados. La ciudad portuaria de Mariupol, en el sureste del país, ha quedado destruida en un 98%, según las autoridades locales, que han acusado al ejército ruso de reubicar por la fuerza a miles de habitantes en zonas remotas de Rusia. El sábado, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y su homólogo indio, Narendra Modi, pidieron el fin inmediato de la violencia en Ucrania. Por otra parte, Estados Unidos confirma el uso por parte de Rusia de los misiles hipersónicos Kinjal en los ataques contra Ucrania. La baja trayectoria de vuelo, combinada con la alta velocidad, hacen que estas armas sean difíciles de detectar por los satélites y radares. Al menos 900 civiles han muerto en Ucrania desde que comenzó el conflicto, según informó el domingo la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. El Papa Francisco calificó el conflicto en Ucrania como una «masacre sin sentido» injustificada e instó a los líderes mundiales a detener «esta guerra repulsiva». La próxima ronda de conversaciones entre Ucrania y Rusia podría tener lugar el lunes. Se llevarán a cabo en línea, según los medios de comunicación de Kiev. El ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlüt Çavușoglu, afirma que las partes están cada vez más cerca de llegar a un acuerdo sobre cuestiones críticas y que algunos temas están casi acordados.