Víctimas y daños materiales por la tormenta en el oeste de Rumanía
Muertos, heridos e importantes pérdidas materiales. Estos son los efectos de la tormenta del pasado domingo en el oeste, centro y norte de Rumanía.
Roxana Vasile, 18.09.2017, 15:30
Una tormenta que no duró más de un cuarto de hora durante el pasado domingo por la noche en Rumanía, ha dejado tantas víctimas como un huracán: 8 muertos y alrededor de 140 heridos. El temporal, de una violencia nunca vista, causó estragos en 15 departamentos del oeste, centro y norte del país. En más de 200 localidades, el viento de una fuerza inusitada, cuya velocidad superó los 120 kilómetros por hora, rompió y derrumbó cientos de árboles, pero también postes de electricidad, arrancó tejados y paneles promocionales y volcó vehículos. La alimentación con agua potable y energía eléctrica fue interrumpida localmente. Varios caminos fueron bloqueados temporalmente. La red ferroviaria de la zona se vio afectada de gravedad, lo que provocó que muchos trenes registraran retrasos o cancelaciones. A muchas personas les tomó por sorpresa mientras aprovechaban en tranquilidad el fin de semana al aire libre. En las terrazas, el temporal se llevó las butacas y los parasoles siendo barridos y partidos como palos de fósforos. Más de mil bomberos con cientos de medios técnicos actuaron para ayudar a la gente. El departamento más afectado por la tormenta fue el de Timis, en el oeste del país, donde muchos habitantes pasaron la noche en blanco para limitar los efectos de la intemperie. Como medida de seguridad, las clases han sido suspendidas este lunes en más de 40 unidades escolares de Timis, así como de Arad, Bihor y Cluj.
“Las tormentas que afectaron con una violencia extrema a Rumanía el pasado domingo, evidencian las vulnerabilidades y la ineficiencia del sistema de prevención de la población, de reducción del riesgo de producción de desastres”, ha declarado en un comunicado el presidente Klaus Iohannis. El jefe del Estado ha transmitido las condolencias a las familias de los fallecidos y ha deseado un pronto restablecimiento a los heridos. Además ha subrayado que la protección de la vida de los ciudadanos, así como la prevención en casos extremos deben ser objetivos prioritarios del Gobierno. Al mismo tiempo, ha añadido el presidente, en el proceso de comunicación interna de las instituciones del estado no se puede pasar por alto ningún tipo de disfuncionalidad. En consecuencia, Klaus Iohannis ha solicitado al Ejecutivo que explique si los procedimientos han sido respetados y, según el caso, quién tendría la culpa por descuido o incompetencia.
“Tenemos que averiguar si las informaciones meteorológicas se emitieron con tiempo y en conformidad con la amplitud de los fenómenos naturales ocurridos”, ha precisado el presiente rumano que ha solicitado también al Gobierno que tome medidas rápidas para poner en marcha un sistema de advertencia rápida de la población pero también para perfeccionar los procedimientos de administración integrada de las situaciones de crisis.
A su vez, el primer ministro de Rumanía, Mihai Tudose, ha declarado para Radio Rumanía:
“En este mundo no se puede tomar una medida física en contra de una tormenta o de una ventisca. Pero desde hoy en adelante será prioritario el establecimiento de un sistema de alarma utilitario. A través de las redes de telefonía móvil, todas las personas que se encuentran en zonas que corren peligro de estar afectadas por semejantes fenómenos extremos, recibirán una advertencia en el móvil. Al mismo tiempo, la radio pública desempeña, desde mi punto de vista, un papel esencial en estos casos.”
Además de las enseñanzas de índole práctica a nivel nacional, los políticos deben sacar también conclusiones a largo plazo ”geográfico”. Tormentas del tipo registrado en Rumanía el pasado domingo, son el efecto de los cambios climáticos a nivel global. Ya es hora de que los hombres políticos decidan qué tipo de desarrollo quieren: ¿ seguimos contaminando la atmósfetra como antes, o llegamos a un acuerdo a fin de reduccir las emisiones de carbono?