Una nueva tragedia golpea a los hospitales rumanos
Un incendio con víctimas entre los pacientes, se ha producido este viernes en el hospital más moderno para enfermedades infecciosas de Rumanía.
Ştefan Stoica, 29.01.2021, 12:24
En la madrugada de este viernes se ha desatado un incendio en un pabellón del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Matei Balş de la capital, una unidad médica de élite de la primera línea de la lucha contra la COVID, donde solo hay pacientes con COVID en estado moderado a grave o crítico. Y este incidente ha terminado trágicamente, con víctimas mortales entre los enfermos.
La doctora Beatrice Mahler dirige el Instituto de Neumotisiología «Marius Nasta» en Bucarest, una de las unidades médicas que se hizo cargo de los pacientes evacuados del Matei Balş. Ella ha declarado a la emisora pública de radio que las inversiones en infraestructura de los hospitales son obligatorias y se deben hacer rápidamente. El ministro de Sanidad, Vlad Voiculescu, no niega la necesidad de cambiar radicalmente el sistema sanitario público y de realizar inversiones serias. Sin embargo, destaca que la responsabilidad en tales situaciones pertenece al gerente del hospital. Vlad Voiculescu:
«Antes de hablar sobre cambios importantes en el sistema de salud, es necesario que la administración haga su trabajo en todos los niveles y, sí, necesitamos fondos, que pueden provenir de varias fuentes, pero la mayoría de las veces, se trata de la gestión hospitalaria. No debemos perdernos en cuestiones de política sanitaria general. De hecho, un edificio no se incendia por fallos del sistema en general, un edificio se incendia porque no se han respetado ciertas normas, ciertas inversiones no se han hecho o se han hecho mal”.
El exdirector del Instituto Matei Balş, el profesor Adrian Streinu-Cercel, actualmente senador del Partido Social Demócrata, en la oposición, ha asegurado que esta unidad médica tiene todos los permisos de funcionamiento. El edificio afectado por el incendio es antiguo, pero ha sido modernizado, incluso en términos de suministro de oxígeno, ha dicho Streinu-Cercel.
En noviembre del año pasado, cuando Rumanía reportaba miles de casos diarios de infección por el nuevo coronavirus, se produjo un incendio devastador en la unidad de cuidados intensivos del Hospital de Emergencias de la provincia de Piatra Neamţ (noreste), lo que provocó 10 muertes, todos pacientes del hospital. Tras ese suceso, equipos de las Direcciones de Salud Pública y la Inspección General de Situaciones de Emergencia iniciaron inspecciones en todas las unidades de cuidados intensivos a nivel nacional para verificar las instalaciones y condiciones de puesta en servicio de los equipos médicos. Estos controles mostraron que hay provincias en Rumanía donde ningún hospital tiene permiso de seguridad contra incendios. Un sindicato de trabajadores de la salud advirtió, entonces, que la tragedia en Piatra Neamţ podría repetirse en cualquier parte del país, debido a los equipos viejos y a la sobrecarga del personal.
La prensa de Bucarest hizo un inventario de incidentes similares que tuvieron lugar en hospitales. No fueron pocos. Uno de los peores ocurrió en agosto de 2010. Luego, el incendio que estalló en el departamento de reanimación de una conocida maternidad en Bucarest provocó la muerte de cinco recién nacidos.
Versión española: Irina Calin