Un primer paso hacia la eliminación de las pensiones especiales
Después de seis años, los parlamentarios rumanos han decidido renunciar a sus propias pensiones especiales.
Bogdan Matei, 18.02.2021, 12:30
Una reciente encuesta sobre la confianza de los rumanos en las instituciones muestra que la jerarquía está dominada por la Iglesia, el Ejército y la Academia, y termina con el Gobierno (con sólo un 13,7%), el Parlamento (un 9,5%) y los partidos políticos (un 9,1%). De derecha o de izquierda, en el poder o en la oposición, longevos o efímeros en la política, ha habido decenas de diputados y senadores protagonistas de algunos casos penales, y los nombres más conocidos son los de los expresidentes de la Cámara, los socialdemócratas Adrian Năstase y Liviu Dragnea y el liberal Bogdan Olteanu. Los tres han llegado a la cárcel por corrupción. El transfuguismo político, el nepotismo, la incompetencia, el ausentismo o las costumbres que la prensa y la opinión pública asocian frecuentemente con los parlamentarios y hacen que los altos salarios y las pensiones especiales, que no respetan el criterio de la contributividad, que ellos reciben, sean aún más impopulares.
Creadas en 2015 por un PSD liderado en aquella época por Dragnea y muy generoso con el dinero público, las pensiones especiales de los parlamentarios han sido la primera categoría abrogada este miércoles a través del voto del Legislativo formado tras las elecciones de diciembre del año pasado. Actualmente, hay aproximadamente 800 exsenadores y diputados que reciben pensiones especiales que, en total, llegan a más de 10 millones de euros al año. El proyecto respecto a la abrogación fue iniciado también por el PSD, ahora en la oposición, partido que, liderado por Marcel Ciolacu, intenta crear una nueva imagen.
Ha sido aprobada también una enmienda propuesta por la USR PLUS (en el Gobierno), que prevé que, al entrar en vigor esta ley, cese el pago de las indemnizaciones por límite de edad. El copresidente de la Unión, Dan Barna, ha afirmado que la eliminación de las pensiones especiales representa una victoria moral, y los parlamentarios “limpian un poco su imagen ante este país”. El líder del PNL, el principal partido en el Gobierno, Ludovic Orban, ha anunciado que la actual coalición se compromete a poner orden en toda la legislación en el entorno de las pensiones. En un intento de volver a un sistema justo y correcto para todos los jubilados, según han afirmado los parlamentarios durante la votación, todas las fuerzas políticas, incluso la oposición ultranacionalista, la AUR, han votado a favor de la eliminación de las pensiones de los parlamentarios. Excepto los mandatarios de la UDMR (también en el Gobierno), quienes consideran que el trámite es incompleto y no se refiere también a las demás categorías socioprofesionales cuyas pensiones no respetan el principio de la contributividad: magistrados, militares, oficiales de inteligencia o policías. No podemos asistir a decisiones políticas para guardar las apariencias, que parecen populares, pero que no solucionan el problema en sí mismo, han afirmado los miembros de la UDMR. Los expertos también han afirmado que el problema en sí mismo es que hay algunos rumanos, muchos de ellos sin cumplir ni el criterio de la edad, ni el de la etapa de contribución, que reciben pensiones de más de 9.000 lei (el equivalente a casi 2.000 euros), mientras que para 5 millones de jubilados el promedio es de tan sólo 1.500 lei.
Versión española: Monica Tarău