Un nuevo presidente del Senado
El exministro de Exteriores Teodor Meleşcanu ha sido elegido presidente del Senado en Bucarest, en el contexto de la tensión entre el poder y la oposición.
Ştefan Stoica, 11.09.2019, 15:11
La ALDE ha salido de la coalición gubernamental formada con el PSD y ha renunciado a la dirección del Senado, pero este cargo seguirá siendo ocupado, paradójicamente, por los liberales demócratas, a pesar de su oposición. Miembro de la ALDE, pero apoyado por el PSD, Teodor Meleşcanu se ha convertido en la segunda persona más importante en el Estado rumano, consiguiendo imponerse ante la liberal Alina Gorghiu, tras una serie de duras discusiones entre el poder y la oposición. El líder de la ALDE, Călin Popescu-Tăriceanu, ha anunciado ya que impugnará la elección de Meleşcanu en el Tribunal Constitucional. En cambio, la primera ministra y líder del PSD, Viorica Dăncilă, ha felicitado al exministro de Exteriores y ha afirmado que, mediante el apoyo que le han concedido, los socialdemócratas han reconfirmado la buena voluntad y la asunción del programa de gobierno con el que empezaron en 2016. Teodor Meleşcanu ha prometido ser un presidente del Senado equilibrado:
“Pongo mi edad, experiencia e integridad al servicio del Parlamento, y mi objetivo es el de recuperar el respeto y la confianza de los ciudadanos en esta institución. En los cargos que he ocupado a lo largo del tiempo, y que no han sido pocos, he tenido el privilegio de trabajar con todo el mundo político rumano en los últimos 30 años. Es una experiencia que pongo incondicionalmente al servicio del pueblo rumano. Por lo demás, durante toda mi actividad política he servido a mi país, a mi pueblo, y nunca a los intereses de los políticos de entonces. Antes de ser miembro del partido, soy rumano.”
Meleşcanu de 78 años de edad, ha trabajado, según él mismo afirma, con todo el mundo político. Es una formulación edulcorada de lo que los analistas autóctonos denominan “migración en la política”. Fue socialdemócrata y disidente socialdemócrata, ha pasado al grupo de los liberales y después hacia la disidencia liberal de la ALDE, para finalmente ponerse ahora al servicio del PSD. Como ministro de Exteriores, su nombre está relacionado con la mala organización, considerada por algunos desastrosa, de la votación en la diáspora durante las elecciones presidenciales de 2014 y este año, en las elecciones europarlamentarias. Tanto entonces como ahora, miles de rumanos formaron colas interminables durante horas para votar, y algunos de ellos no consiguieron ejercer este derecho fundamental. Sin embargo, Teodor Meleşcanu puede ser útil al Gobierno minoritario del PSD mediante los parlamentarios que podría atraer al lado del Ejecutivo la próxima semana, cuando tienen que dar el voto de confianza. Así lo afirma la otra candidata que ha perdido ante el actual jefe del Senado. Alina Gorghiu:
“Es un gesto desafiante y me sorprende, porque el primer desacato, aparte del electorado, es a los miembros del PSD. En el PSD tienen propuestas civilizadas, en el PSD tienen personas que podrían haber ocupado este cargo en cualquier momento. Evidentemente, para usted prevalecen los trueques y la compra de votos, y nada más.”
Por otro lado, Alina Gorghiu ha acogido con satisfacción el hecho de que en las elecciones para ocupar la dirección del Senado los partidos que están en la oposición han mostrado cohesión y han dado el primer paso hacia el éxito de la moción de censura.