Un nuevo Gobierno, otro programa
La investidura de este jueves de un nuevo Gobierno parece haber puesto fin de momento a las tensiones sin precedentes en la izquierda del espectro político y a las agudas incertidumbres sobre la administración de Rumanía.
Bogdan Matei, 30.06.2017, 14:03
La fórmula política del PSD y la ALDE del nuevo Gobierno de Mihai Tudose y 16 de los 27 ministros se han tomado del anterior gabinete del ex primer ministro socialdemócrata Sorin Grindeanu, destituido la semana pasada mediante una moción de censura de su propio partido. Se le reprocharon los retrasos en la puesta en marcha del programa de gobierno con el cual el PSD ganó en diciembre de 2016 las elecciones parlamentarias con un 45% de los votos. El equipo de Tudose recibió en su investidura sólo unos 275 de votos a favor, unos 20 menos de lo que había obtenido el Gobierno de Grindeanu, una señal de que no solo la euforia de los ganadores de hace seis meses, sino también la cohesión de la mayoría parlamentaria han empezado a evaporarse. El mismo primer ministro ha afirmado que Rumanía no necesita un Gobierno relajado, sino uno en un permanente estado de alerta. El mandatario ha asegurado a los parlamentarios de que sus objetivos son la recuperación de los retrasos en la puesta en marcha del programa gubernamental. Mihai Tudose:
“No quiero criticar lo que fue, pero entiendo que hubo un freno, y a mí me han dicho que convierta ese freno en aceleración, y eso es lo que voy a hacer.”
Y la persona fuerte de la coalición, el presidente del PSD, Liviu Dragnea, ha afirmado que el programa se debe respetar, indiferentemente de los costes políticos, y que por eso Grindeanu tuvo que irse:
“Se cometieron errores en la gobernación, sí, seguramente que sí, pero tuvimos y tenemos el poder y el valor de admitirlo. Lo seguiremos más atentamente, pero al mismo tiempo estaremos aún más cerca de que los plazos del programa gubernamental se respeten.”
Los analistas han destacado que el programa del nuevo equipo ejecutivo difiere mucho del que debería haber puesto en marcha Grindeanu. Se aplazarán una serie de aumentos salariales para los empleados públicos y se ha tomado en cuenta también la introducción de nuevas tasas. El pequeño colaborador en el Gobierno, la Alianza de Liberales y Demócatas (ALDE), ha anunciado a través del diputado Varujan Vosganian que apoya de manera condicional al primer ministro:
“Si existe un debate sobre la redefinición de la cuota única por etapas de imposición por debajo de las cuotas actuales, estamos dispuestos a hablar, pero cualquier modificación de la cuota única en el sentido del crecimiento de los impuestos, indiferentemente de cómo llamemos ese desvío de la cuota única, no encontrará un colaborador en la ALDE.”
El voto de la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía (UDMR) ha sido condicionado, según ha precisado su líder, Kelemen Hunor:
“Este voto no es un cheque en blanco. No podremos apoyar la introducción del impuesto sobre la cifra de negocios y deberíamos saber a qué se refiere con la tasa de solidaridad, como tampoco el impuesto sobre la renta global no me parece una iniciativa que cambiaría algo para bien.”
La oposición de derecha no ha retenido los sarcasmos contra el poder. Los parlamentarios del Partido Movimiento Popular (PMP) ni siquiera han participado en la reunión del pleno y tampoco en la votación, mientras que el Partido Nacional Liberal (PNL) ha votado contra la investidura y ha criticado las modificaciones hechas al programa de gobernación. El diputado liberal Ben Oni Ardelean:
“El PNL considera que están destruyendo con este ritmo toda Rumanía. En este momento no están haciendo otra cosa que pulverizar todas las posibilidades de Rumanía.”
En nombre de su partido, el diputado de la Unión Salvad Rumanía (USR) Cristian Seidler ha sido igual de categórico:
“Señor Mihai Tudose, junto con sus compañeros del PSD y la ALDE, han perdido la legitimidad de liderar Rumanía.”
Como un duro maestro delante de una clase con estudiantes problemáticos, el presidente Klaus Iohannis ha sido extremadamente crítico con los ministros que prestaban juramento. “Han metido al país en la crisis porque no han sabido gobernar”, ha afirmado el jefe del Estado, reprochándoles también el haber cambiado el programa de gobierno en los puntos que ha llamado sensibles y les ha pedido que terminen “con estos saltos fiscal-presupuestarios”. Los expertos económicos han notado ya los resbalones del equipo de Tudose. Justamente antes de ser investido, el nuevo ministro de Hacienda, Ionuţ Mişa, ha anunciado el hecho de renunciar al Pilar II de las pensiones privadas. Dragnea ha afirmado que el anuncio es una tontería. Mişa ha vuelto y ha negado sus propias afirmaciones. Pero éstas han tenido ya efecto y han causado turbulencias en la bolsa y en el mercado de divisas.