Un nuevo Gobierno en Chisináu
La República de Moldavia, un país con aproximadamente 3.500.000 habitantes en el que la mayoría de la población habla el rumano, y que tiene fronteras con Rumanía y Ucrania, es considerado el país más pobre de Europa. Después de haberse quedado durante decenas de años bajo la influencia soviética, con el apoyo de Bucarest, está intentando ahora acercarse a la Unión Europea. La República de Moldavia firmó el año pasado un acuerdo de asociación, a pesar de las presiones de Moscú, que no ve con buenos ojos la salida paulatina de su influencia política y económica.
Roxana Vasile, 31.07.2015, 13:35
La República de Moldavia, un país con aproximadamente 3.500.000 habitantes en el que la mayoría de la población habla el rumano, y que tiene fronteras con Rumanía y Ucrania, es considerado el país más pobre de Europa. Después de haberse quedado durante decenas de años bajo la influencia soviética, con el apoyo de Bucarest, está intentando ahora acercarse a la Unión Europea. La República de Moldavia firmó el año pasado un acuerdo de asociación, a pesar de las presiones de Moscú, que no ve con buenos ojos la salida paulatina de su influencia política y económica.
Otra señal de que el Kremlin está intentando mantener su autoridad en esa zona es también el hecho de tener desde hace muchos años soldados y técnica militar en el este de la República, en la región de Transnistria. Con la ayuda de Rusia, este territorio ganó en 1992 una breve guerra con víctimas y autoproclamó su independencia, nunca reconocida a nivel internacional.
Además de la situación económica que ha empeorado en los últimos meses en Moldavia, el actual conflicto de Ucrania está alimentando los temores de que la pequeña república pueda verse desestabilizada de manera intencionada. La existencia en Chisináu de un gobierno proeuropeo es considerada indispensable.
Liderada desde el mes de junio por un Ejecutivo interino después de la dimisión del primer ministro Chiril Gaburici, acusado de haber falsificado su diploma de bachillerato, la República de Moldavia tiene a partir de este jueves un nuevo Gobierno liderado por el liberal demócrata Valeriu Streleţ. Ante el Parlamento del que recibió el voto de investidura, el nuevo primer ministro ha prometido que la lucha contra la corrupción será una de las prioridades de su gabinete. El futuro gobierno se ha propuesto continuar el recorrido europeo poniendo en marcha las normas del acuerdo de asociación y creando todas las premisas necesarias para que la República de Moldavia consiga obtener el estatuto de país candidato a la adhesión a la Unión Europea. Asimsimo, desea fomentar la colaboración estratégica con Rumanía, y dinamizar el diálogo político con la Federación Rusa, para normalizar las relaciones bilaterales.
Respecto al problema de Transnistria, el programa gubernamental del gabinete de Valeriu Streleţ prevé aumentar el papel de la Unión Europea y de Estados Unidos para solucionar el conflicto. El nuevo Ejecutivo insistirá en la retirada incondicional de las tropas y de las municiones rusas según las obligaciones internacionales que Moscú ha asumido.
En Bucarest, el presidente Klaus Iohannis ha manifestado su agrado por la investidura del nuevo Gobierno proeuropeo de la República de Moldavia. “Sé que las tareas del nuevo Ejecutivo de Chisináu no son nada fáciles — ha afirmado el jefe del Estado rumano — pero quiero que nuestros colaboradores estén convencidos de que tendrán en Rumanía el apoyo más importante para superar los problemas económicos y para continuar el recorrido proeuropeo.”
A su vez, el Ministerio de Exteriores ha vuelto a expresar el apoyo firme e incondicional de Rumanía a la adhesión de la República de Moldavia a la familia europea.