Transnistria solicita incorporarse a la Federación Rusa.
Tras el voto expresado el miércoles pasado en el así llamado Parlamento de la República separatista moldava de Transnistria, en el este de la República de Moldavia, las reacciones han sido rápidas y categóricas.
Valentin Țigău, 17.04.2014, 20:23
La solicitud de los diputados de Tiráspol de incorporar Transnistria a la Federación Rusa no es una novedad. Después de 1990, cuando salió unilateralmente de la estructura de la República de Moldavia, hubo semejantes solicitudes formuladas a la Duma rusa, parlamento que en una resolución de 1999 llamaba a Transnistria “zona de interés estratégico” para Moscú. En 2006, un referéndum expresó claramente esta voluntad de la población mayoritariamente rusófona de la región autónoma. Limitado por las normas del derecho internacional, Moscú no cambió su posición oficial y aboga por negociaciones en formato 5 más 2 que confieran un estatuto especial a Transnistria en la estructura de la República de Moldavia.
Teniendo en cuenta la anexión de Crimea y el estallido de algunos focos federalistas en la frontera oriental con la Federación Rusa y en la región de Odesa, en el Mar Negro, la solicitud de Transnistria parece una pieza de un puzle peligroso. Como primera reacción, el gobierno de la República de Moldavia criticó el voto de Tiráspol considerándolo un desafío contra el proceso de reglamentación del conflicto de Transnistria y de la integridad territorial de la República de Moldavia. Según transmite el corresponsal de Radio Rumanía en Chisináu, el primer ministro moldavo Iurie Leancă aprecia que la votación es una acción unilateral y contraproducente. Escuchemos a Iurie Leancă:
“La única vía para identificar una solución final y viable al conflicto de Transnistria es continuar el diálogo político, sin condiciones previas, en el marco de todos los mecanismos de negociación existentes.”
Si en Chisináu la mayoría de los políticos, incluso los comunistas, piensa que Moscú no resolverá la solicitud de Tiráspol, en Bucarest, la preocupación por semejante escenario causa mucha inquietud, dado que Rumanía es también el principal defensor de la integración europea de la República de Moldavia, integración condicionada por la resolución del problema de Transnistria. Ante los micrófonos de RRI, el jefe del estado, Traian Băsescu:
“Toda la diplomacia está trabajando intensamente para que en el interior de este Acuerdo de Asociación UE-República de Moldavia, que será votado por el Parlamento Europeo, se tenga en cuenta también una perspectiva de integración europea de Moldavia. Se puede negociar, todo es posible, menos entrar en la UE con un conflicto congelado en el propio territorio.”
Ante esta situación, según destaca también el ministro rumano de Exteriores, Titus Corlățean, hace falta la implicación rápida de la presidencia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, porque iniciativas como las del legislativo de Tiráspol contradicen el principio fundamental de la resolución por vía política del problema de Transnistria.