Tragedias en los hospitales rumanos
Una nueva tragedia ha afectado al sistema sanitario rumano y a Rumanía en su conjunto.
Roxana Vasile, 04.10.2021, 12:13
Desde las primeras horas del pasado viernes, una nueva noticia terrible provocó angustia en Rumanía: en el Hospital de Enfermedades Infecciosas de Constanza, la ciudad más importante situada en la costa del mar Negro, en plena cuarta ola de la pandemia, se produjo un incendio en la unidad de cuidados intensivos. Al principio, las autoridades anunciaron que nueve de diez personas con COVID-19 hospitalizadas allí fallecieron, pero posteriormente el balance fue revisado a la baja, a siete. Lo que no hace que lo que pasó fuera una tragedia menor.
Después del incendio del Hospital de Piatra Neamț (nordeste) que tuvo lugar el pasado mes de noviembre, cuando más de diez pacientes murieron, y el médico de guardia que intentó salvarlos sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en un 80% del cuerpo, una investigación de la dirección de control del Gobierno encontró problemas en las instalaciones de señalización y eléctricas. En el informe que evaluó entonces gran parte del sistema sanitario nacional fueron identificadas más de 2.000 desviaciones de las normas de seguridad contra incendios. Se notó que más de un cuarto de los hospitales rumanos no tenían tanque de agua para incendios, en dos tercios de las unidades de cuidados intensivos controladas no se aseguraba la distancia necesaria entre las camas y menos de la mitad de las unidades de cuidados intensivos tenían personal sanitario suficiente para guardias. Pocos meses después del incendio de Piatra Neamț, se produjo otro incendio en el Instituto Matei Balș de Bucarest, unidad sanitaria móvil, con más de 20 víctimas. De hecho, se puede hablar ya de un fenómeno de los incendios en los hospitales.
Según una cifras publicadas en la prensa rumana, sólo en el último año, 10 unidades sanitarias han registrado incendios, en el contexto de la sobrecarga de la antigua infraestructura y del incremento del número de personas infectadas por el nuevo coronavirus que necesitan hospitalización. Después del nuevo desastre producido el pasado viernes en Constanza, los especialistas han sido enviados para realizar un peritaje técnico en el lugar del incendio. Los criminalistas también investigan la situación, para encontrar las causas del incendio que quemó la unidad de cuidados intensivos. Al mismo tiempo, la Prefectura de Constanza también ha ordenado que se realice una investigación administrativa sobre las medidas de protección y de seguridad contra incendios. La unidad de cuidados intensivos del hospital de enfermedades infecciosas, completamente destruida, ha sido tomada por el Hospital Provincial de Urgencias, con todo el personal sanitario. Hungría, país vecino, se ha ofrecido a ayudar y a tomar pacientes de Rumanía, si es necesario. Pero ni en Constanza, en particular, ni en el sistema sanitario rumano, en general, son suficientes cuidados paliativos. El primer ministro Florin Cîțu ha hablado de la necesidad de remediar todos los errores cometidos durante los últimos 30 años. Y el presidente del país, Klaus Iohannis, ha admitido que el “Estado rumano ha fracasado en su misión fundamental de proteger a sus ciudadanos.
Versión española: Monica Tarău