Tradiciones y leyendas en torno a la figura de San Andrés
Las fiestas más importantes de Rumanía, las más celebradas, son las de Navidad y Pascua, pero para muchos cristianos, San Andrés es uno de los santos más importantes del año
Brigitta Pana, 30.11.2016, 07:00
Las fiestas más importantes de Rumanía, las más celebradas, son las de Navidad y Pascua, pero para muchos cristianos, San Andrés es uno de los santos más importantes del año dado que en los últimos veinticinco años casi la mitad de los niños nacidos han recibido en el bautismo el nombre de Andrés gracias a la popularidad de su culto. El apóstol Andrés fue el primero que predicó el Evangelio en los territorios cercanos al Mar Negro. También es considerado el fundador de la Iglesia de Bizancio y, consecuentemente, es el santo patrono del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. Según el Evangelio, Andrés era un pescador galileo que fue primero discípulo de Juan Bautista, convirtiéndose luego en uno de los doce discípulos de Jesús. En lo que tiene que ver con las tradiciones, las leyendas antiguas aseguran que el apóstol terminó siendo sacrificado y crucificado por Patrás en una cruz en forma de equis, en la que padeció durante tres días. Mientras estuvo con vida aprovechó para predicar entre los que se acercaban a él.
La misión apostólica de San Andrés continúa hoy a través de sus reliquias, las cuales son veneradas por los cristianos en diversas partes del mundo. Conforme a la página web www.preguntasantoral.es, las reliquias del primer llamado al apostolado permanecieron en Patrás hasta el año 357, cuando el emperador Constancio II, hijo de Constantino el Grande, se las llevó a la iglesia de los Santos Apóstoles en Constantinopla. Allí permanecieron íntegras hasta alrededor del año 850. Cabe destacar que las reliquias fueron llevadas desde Patrás a Rumanía en dos ocasiones: en el año 1996 estuvieron en Iasi y en Galati y en el año 2011 estuvieron en Bucarest y Sibiu. Pequeñas partículas fueron donadas a las catedrales de Galati y Constanta. En Oriente, también hay pequeñas reliquias en el eremitorio ruso de San Andrés en el Monte Athos, en la catedral rusa de Cheliabinsk, en la iglesia de Gabrovo (Bulgaria), en la iglesia de San Andrés de Mesa Geitonia (Chipre), en Tbilisi (Georgia) y en la catedral ortodoxa de Astana, en Kazajstán. En Occidente existen reliquias de San Andrés en la ciudad de Trier, Alemania, en Italia, Polonia, Francia, Malta y desde el año 2006 también en la catedral católica de Hong Kong. Una reliquia pequeña se encuentra en la iglesia rumana de Viena, en Austria.
Estimados oyentes, en Europa, más que en ningún otro continente, tiene lugar una multitud de actos festivos con origen en la religión. Por ejemplo, en Rumanía, cada 30 de noviembre se realizan celebraciones conmemorativas, algunas vinculadas con lo eclesiástico a partir de misas organizadas especialmente para recordar la imagen del santo patrono de los rumanos. Pero además hay lugar para bailes y eventos que tienen como tema central las tradiciones y la exploración de la cultura local. Aunque el santo habría sido martirizado y asesinado por los romanos y no se conoce si las tribus dacias de entonces mantuvieron sus costumbres romanas o se convirtieron al cristianismo, la figura de San Andrés es muy relevante ya que fue adoptado como santo patrono no sólo en Rumanía, sino también en múltiples destinos, tanto de Europa como de América Latina. Para los escoceses, el día de San Andrés es un día muy importante en el cual se recuerda a uno de sus íconos religiosos con una serie de eventos y actividades que se realizan a lo largo del día y que incluyen: conciertos de música, ferias gastronómicas, exposiciones de arte y fotografía, artesanía, danza y teatro. Igualmente, son muchas las conmemoraciones religiosas en donde la mayoría de las veces sus devotos llevan una cruz azul y blanca, el símbolo de San Andrés.
Hoy en día, en la ciudad rumana de Galati (en el este de Rumanía) se suele organizar un carnaval que recuerda a las viejas y horribles máscaras utilizadas con el fin de asustar a los fantasmas. También se practica la costumbre de colgar ajos cerca de las puertas y ventanas, hacer linternas con calabazas y pasteles de calabaza, ya que se cree que esta noche los fantasmas y los lobos acechan las calles de los pueblos. También los labradores ponen albahaca, que es una planta sagrada, y agua bendita en el agua que beben los animales a fin de protegerlos de los ataques de los lobos y al igual que se hace en Navidad, esta noche también se cantan unos villancicos muy especiales. La noche de San Andrés es también un “pronóstico” para todo el año. Por lo general, hoy por hoy se ponen en el ático de la casa doce cebollas frescas y sanas que quedan allí puestas hasta la víspera de la Navidad, fecha en la que las examinan. A cada cebolla se le asigna el nombre de un mes y las cebollas que se encuentran dañadas indican que esos meses serán lluviosos por lo que habrá buenas cosechas. Una predicción similar se hace con los granos de trigo. Además, si la noche es clara y cálida, se cree que el invierno no será muy frío y si esa noche hace frío o nieva, se cree que estos son los indicios de que el próximo invierno será muy duro.
Las tradiciones de San Andrés se extienden a otros países del norte de Europa. En algunas partes de Alemania, Austria, República Checa, Eslovaquia, Polonia y hasta Rumanía, existe la superstición de que la noche antes del día de San Andrés es la noche mágica indicada para conocer quién será el futuro esposo de una joven. En Austria, las mujeres suelen beber vino y luego realizan un hechizo llamado la oración de San Andrés. En algunas partes de la República Checa y Eslovaquia, las jóvenes escriben en pequeños trozos de papel los nombres de quienes podrían ser sus potenciales maridos, luego los pegan a una especie de pasta similar a los gnocchi italianos y cuando se ponen a cocer el primero que salga a flote revelará el nombre del futuro esposo. En Polonia, algunas mujeres ponen trozos de papel (en los cuales también han escrito el nombre de sus posibles candidatos a marido) debajo de la almohada, y el primero que saquen por la mañana será su futuro esposo. Finalmente, en algunas zonas de Rumanía las chicas suelen poner 41 granos de trigo bajo la almohada. Si sueñan durante la noche que alguien viene a robar los granos, eso significa que contraerán matrimonio el próximo año.