Temporada de protestas en Rumanía
Profesores, ferroviarios, policías, en Rumanía todo el mundo está descontento. Una nota de Bogdan Matei.
Bogdan Matei, 30.05.2023, 12:03
La frustración y el nerviosismo parecen dominar la sociedad rumana, y las políticas sociales y salariales de los gobernantes están sacando cada vez más gente a las calles.
La Federación de Sindicatos de los Transportistas Ferroviarios organizó el lunes una manifestación de protesta en la sede del Ministerio de Transportes de Bucarest. Los organizadores solicitan la aprobación del presupuesto de ingresos y gastos en la Sociedad Rumana de Ferrocarriles – Viajeros y la Sociedad Rumana de Ferrocarriles – Infraestructura, así como la aplicación del Estatuto del personal ferroviario. Acusan la continua degradación de las condiciones de trabajo y la falta de salarios motivantes y exigen inversiones en la infraestructura ferroviaria y el aumento de los salarios en casi un 40 %, según determinados coeficientes. Si los gobernadores del PSD-PNL-UDMR no aceptan sus demandas, el 1 de julio, es decir, en medio de la temporada de verano, los trabajadores ferroviarios rumanos se declararán en huelga, advierten sus líderes sindicales. «Será el cese laboral más fuerte de todos los tiempos», amenaza textualmente uno de ellos, Rodrigo Maxim.
El ministro de Transportes, Sorin Grindeanu, admite que los salarios de los ferroviarios deben aumentar según la ley, pero agrega que se busca dinero en el presupuesto.
Insatisfechos con las condiciones de trabajo y con los salarios que califican de bajos, los sindicalistas del sector sanitario han anunciado recientemente, a su vez, que podrían interrumpir sus labores, y la policía también reclama el derecho de huelga, actualmente prohibido por ley. Por el momento, los empleados penitenciarios llevan brazaletes blancos en el trabajo y para el miércoles se anuncian tanto una interrupción temporal de la actividad durante dos horas como una acción de bloqueo de las cárceles, por el llamado exceso de celo de los guardias. Los representantes de la Federación de Sindicatos de la Administración Nacional Penitenciaria rechazan el aumento de la edad de jubilación a 65 años, previsto por el Gobierno, dado que afirman que la esperanza de vida de los empleados del sistema es de sólo 62 años.
La huelga de los profesores en Rumanía entró el lunes en su segunda semana. El Gobierno asegura que no tiene dinero para aumentar sus sueldos, pero ahora propone concederles 4.000 leus (el equivalente a unos 800 euros), en dos plazos, para el personal didáctico y el personal auxiliar. El martes está programada una nueva protesta en Bucarest, organizada delante del Palacio de Cotroceni, sede de la Presidencia rumana. Antes de ingresar a la política, el propio presidente Klaus Iohannis era profesor de física en el distrito de Sibiu (centro) y los huelguistas parecen contar con su empatía. Además, escribe la prensa, según la Constitución, el presidente de Rumanía tiene el papel de moderador en la sociedad y, por lo tanto, está obligado a intervenir en este momento de crisis aguda, cuando toda una generación de graduados de secundaria no sabe, debido a la huelga, si va a poder presentarse a tiempo al examen de Bachillerato.
Traducción al español: Brigitta Pana