Subidas de precios por el nuevo impuesto sobre los carburantes
A partir de este 1 de abril, en Rumanía aumentan el precio del gas natural para los consumidores caseros, el precio del tabaco y el de los carburantes. La causa es la introducción de un nuevo impuesto que representa uno de los numerosos motivos de dispu
Ştefan Stoica, 01.04.2014, 16:00
En el segundo mes de la primavera han aumentado los precios del gas natural, de los carburantes y del tabaco. Sin embargo, todos los crecimientos se habían anunciado con antelación. El precio del gas natural para los consumidores caseros ha aumentado en un 2%. Los fumadores pagarán hasta 50 céntimos de lei más por un paquete de cigarros. En cambio, baja el precio de la factura del teléfono móvil, porque también baja de forma significativa el precio de interconexión y así se reduce el precio de las llamadas entre redes distintas. El crecimiento más controvertido es el del precio de los carburantes, por haberse aplicado un nuevo impuesto de 7 céntimos de euro por litro de combustible. Según los cálculos teóricos –confirmados parcialmente por los precios que hay en las gasolineras- el nuevo impuesto ha hecho que el precio aumente en casi 40 céntimos de lei por litro.
El presidente Traian Băsescu ha sido el mayor opositor de la medida que el Gobierno afirma que ha tomado para mantener el déficit presupuestario en un nivel razonable, según el acuerdo preventivo con el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Mundial. El presidente se opuso firmemente a esta decisión e incluso intentó bloquear el acuerdo, pero no lo consiguió porque el Ejecutivo aceptó introducir el impuesto sobre los combustibles a partir del 1 de abril, es decir tres meses después. Traian Băsescu tiene argumentos contra esta medida siendo uno de ellos la experiencia. Normalmente, cualquier crecimiento del precio de los carburantes ha provocado crecimientos de los precios de los productos que suponen el transporte en coche. Según el presidente, esto causará una carga inútil para la economía y la población.
El primer ministro Victor Ponta asegura que el dinero procedente de este impuesto se usará para cofinanciar los futuros grandes proyectos de autopistas. Así, como beneficio a largo plazo, se reducirán el período de desplazamiento, el consumo de carburante y los costes de mantenimiento de los coches, según anticipa el primer ministro. Bajo la presión de los conductores rumanos de camiones, que temían que el nuevo impuesto sobre el gasoil afectara a sus negocios, el Gobierno ha decidido devolverles 4 de los 7 céntimos de euro que pagan por litro de carburante. Los opositores del nuevo impuesto se mantienen firmes en su posición. El Partido Demócrata Liberal afirma que, en un período en el que ha bajado el precio del petróleo, los carburantes llegan a ser más caros en Rumanía que en Austria o Alemania. Sin embargo, Victor Ponta acusa al Partido Demócrata Liberal de que, durante los tres años y medio en los que estuvo en el poder, el precio de los carburantes aumentó en como mínimo un 70%.
(Ştefan Stoica)