Rumanía y los criterios de adopción del euro
Rumanía no está preparada para adoptar la moneda única europea.
Bogdan Matei, 02.06.2022, 10:54
El euro es de facto la moneda nacional de Rumanía, pero es poco probable que se convierta en moneda de iure en breve. El banco central de Bucarest mantiene desde hace varios años un tipo de cambio de unos 5 lei por un euro, lo que facilita los cálculos de los ciudadanos y los responsables políticos. Los grandes proyectos de infraestructuras presentados por las autoridades tienen costes estimados en euros. Los precios de las casas y los terrenos se cobran en euros, aunque las transacciones inmobiliarias se realicen en la moneda nacional rumana, el leu. Al escribir sobre los beneficios que los gobiernos de distintos colores ofrecen a su clientela partidista, la prensa utiliza la moneda única europea como referencia. Según los escritos de acusación elaborados por los fiscales anticorrupción, la mayoría de los funcionarios corruptos también reciben sobornos en euros. La gran diáspora rumana, que se cuenta por millones, en la parte occidental del continente envía euros a sus familiares en el país. Sin embargo, Rumanía no cumple actualmente ninguno de los cuatro criterios necesarios para pasar a la moneda única europea.
Según el famoso Tratado de Maastricht de 1992, estos criterios son la estabilidad de los precios, unas finanzas públicas sanas y sostenibles, la estabilidad de los tipos de cambio y la convergencia de los tipos de interés a largo plazo. Además, según el llamado informe de convergencia publicado el miércoles por la Comisión Europea, Rumanía es el único de los 27 Estados miembros de la UE sometido a un procedimiento de déficit excesivo. Los miembros de la eurozona, Bulgaria, la República Checa, Croacia, Hungría, Polonia y Suecia, reciben una mejor calificación por parte del ejecutivo de la UE en Bruselas. Admitida en la Unión sólo en 2013, seis años después que Rumanía, Croacia podría entrar en la eurozona a partir del 1 de enero de 2023, si el Eurogrupo y el Consejo Europeo apoyan la decisión de la Comisión Europea. La paradoja señalada por los analistas es que en 2016 Rumanía cumplía tres de los cuatro criterios. Sólo tenía que cumplir el criterio del tipo de cambio y, como condición adicional fijada por la Comisión Europea, la compatibilidad legislativa.
En otras palabras, las políticas económicas de los sucesivos gobiernos, ya sean de izquierda o de derecha, de partido único o de coalición, no han hecho más que empeorar la compatibilidad de Rumanía con las exigencias de la zona euro. Es cierto que la economía y la sociedad llevan dos años en plena agitación, debido a las restricciones impuestas por la epidemia de COVID-19, y que persiste la incertidumbre tras la invasión del ejército ruso en la vecina Ucrania. En los últimos meses, los precios se han disparado, los tipos de interés no dejan de subir, las finanzas públicas distan mucho de ser sólidas y sostenibles, y el país se endeuda a un ritmo que la prensa califica de vertiginoso.
Versión en español: Valeriu Radulian