Rumanía, más monumentos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO
La UNESCO agrega a su Lista de Patrimonio Mundial a una serie de esculturas al aire libre realizadas por el gran escultor rumano Constantin Brâncuși.
Mihai Pelin, 29.07.2024, 10:43
El conjunto monumental «Calea Eroilor» (El camino de los héroes) realizado por Constantin Brâncuși en Târgu Jiu y las «Fronteras del Imperio Romano – Dacia» han sido aceptados para su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, lo que los convierte en algunos de los ejemplos más notables de arte público del siglo XX.
El conjunto escultórico de Târgu Jiu, pequeña ciudad del suroeste de Rumanía, compuesto por cuatro obras – «La Mesa del Silencio», «El Callejón de las Sillas», «La Puerta del Beso» y «La Columna del infinito »- fue concebido y construido por Constantin Brâncuși entre 1937 y 1938 como homenaje a los soldados caídos en la Primera Guerra Mundial.
Estos conjuntos escultóricos alineados en un eje de 1,5 kilómetros de longitud a lo largo de la Avenida de los Héroes, en Târgu Jiu, son algunas de las pocas obras del gran escultor que se encuentran en Rumanía. «Este reconocimiento nos obliga a proteger el conjunto monumental, a conservarlo intacto para las generaciones futuras y para la memoria cultural de la humanidad», declaró la ministra de Cultura, Raluca Turcan.
El segundo expediente es el de la línea de fortificaciones romanas (limes) a lo largo de la frontera norte de la provincia de Dacia, que incluye 277 yacimientos que se encuentran en 16 distritos. Parte del sistema defensivo global del Imperio Romano, las Fronteras del Imperio Romano – Dacia son un testimonio excepcional de la máxima extensión del poder del Imperio Romano mediante la consolidación de sus fronteras septentrionales. Con más de mil kilómetros de longitud, es el mayor segmento de las Fronteras del Imperio Romano y abarca tanto tramos terrestres como fluviales.
Constantin Brâncuși nació en el pequeño pueblo de Hobița, en el distrito de Gorj, pero vivió en París la mayor parte de su vida. Llegó a la capital francesa en 1904 tras un viaje de 18 meses y llegó a trabajar a las órdenes del gran escultor Auguste Rodin. Abandonó su estudio en 1907, diciendo que «nada crece bajo los árboles altos», y pasó a convertirse en uno de los artistas más influyentes del siglo XX. A su muerte, en 1957, legó su estudio y parte de sus obras al Estado francés. Quiso legar sus obras a Rumanía, pero el gobierno comunista de la época rechazó su oferta.
En 2023, la ciudad de Timisoara, en el oeste de Rumanía, organizó la primera exposición retrospectiva de la obra del artista celebrada en su país natal en más de 50 años. Una exposición completa de Brancuși también se clausuró este mes en el Centro Pompidou de París.
Las nuevas inscripciones completan la presencia de Rumanía en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, inaugurada para Rumanía con el Delta del Danubio (1991) y continuada después con Aldeas con iglesias fortificadas de Transilvania (1993), Iglesias de Moldavia (1993, 2010), Monasterio de Hurezi (1993), Fortalezas dacias de los Montes Orăștiei (1999), Centro histórico de Sighișoara (1999), Iglesias de madera de Maramureș (1999), Bosques vírgenes de hayas y hayedos en los Cárpatos y otras regiones de Europa (2017) y Paisaje cultural minero de Roșia Montană (2021).
Versión en español: Victoria Sepciu