Rumanía antes de las elecciones presidenciales
Los próximos 10 y 24 de noviembre de 2019, en Rumanía se organizarán elecciones presidenciales.
Ştefan Stoica, 26.08.2019, 18:19
Desde la caída de la dictadura comunista en el mes de diciembre del año 1989, los más apasionantes escrutinios electorales organizados en Rumanía han sido cada vez los escrutinios presidenciales y esto incluso cuando los juegos políticos parecían favorecer a un determinado candidato. De hecho, esto ocurrió tres veces y el candidato favorecido perdió de manera dramática precisamente en la vuelta decisiva. El candidato perjudicado ha sido siempre un representante de la izquierda política y el ganador el representante de la derecha. Traian Basescu por ejemplo, redujo dos veces a la nada, en 2004 y en 2009, las esperanzas de los socialdemócratas de instalar al frente del país, después de Ion Iliescu, a un nuevo presidente de la izquierda.
Si Traian Basescu ganó las elecciones por una nariz, en cambio, la victoria obtenida en 2014 por el actual jefe del Estado, Klaus Iohannis, no sólo fue espectacular sino que también fue rotunda. Hoy por hoy, después de cinco años, Klaus Iohannis, apoyado por el principal partido de oposición, el PNL, se encuentra él mismo en la postura del gran favorito. Una posición tan alta que ha determinado a muchos decir que incluso se perfila como ganador desde la primera vuelta, lo que prácticamente es imposible dado que le harían falta los votos de la mitad más uno del número total de electores, es decir más de 9 millones.
Temible adversario del PSD al que ha enfrentado con sus prerrogativas limitadas luchando en contra de la controvertida reforma de la justicia iniciada por los socialdemócratas, Iohannis ha sido durante su primera mandato también blanco de las críticas formuladas por aquellos que le reprochan la falta de energía. Europeo convencido y defensor de la Alianza Noratlántica, Klaus Iohannis ha sido percibido en Washington y en Bruselas como el principal garante del Estado de derecho y de una justicia independiente. Además, este otoño, tendrá como retaguardia a un partido robusto que con motivo del reciente escrutinio parlamentario, ha comprobado la capacidad de movilizar a sus miembros a fin de alcanzar un objetivo electoral fundamental. Los contrincantes importantes de Iohannis son la jefa del PSD y primera ministra, Viorica Dancila, y el representante de la Alianza Unión Salvar Rumania-PLUS, Dan Barna. Este último, también muy crítico en relación con las leyes promovidas por el Gobierno de izquierda en los sectores jurídico y económico, se ha distanciado de Iohannis para acrecentar sus probabilidades.
Barna ha declarado que el actual presidente pertenece a una clase política agotada moralmente que lleva la culpa del estancamiento registrado en los últimos años. Considerada casi una desconocida antes de ocupar el cargo de primera ministra Viorica Dancila se enseñoreó del partido después del encarcelamiento de Dragnea por delitos de corrupción, en el pasado mes de mayo, transformándose en líder y candidato a las presidenciales por parte del PSD. El discurso de Dancila abarca todos los temas favoritos de los socialdemócratas como la educación, la protección de las personas vulnerables, la salud.
Su objetivo es muy claro: entrar en la segunda vuelta, donde el sueño se vuelve realidad, tal como lo ha demostrado ya la historia pero por el momento se juega en tres. Sin embargo el Partido Movimiento Popular ha propuesto un candidato interesante, el ensayista y diplomático Theodor Paleologu, con ayuda del cual espera avivar la carrera a las presidenciales aumentándole el nivel de imprevisibilidad y claro está, el nivel intelectual.