Reunión crucial en Vilna
Lituania alberga una cumbre de la OTAN considerada crucial para la seguridad del mundo libre. Una nota de Bogdan Matei.
Bogdan Matei, 11.07.2023, 12:08
El fortalecimiento a largo plazo de la postura aliada en el flanco oriental es la apuesta principal de la participación del presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, en la cumbre de la OTAN celebrada en la capital lituana de Vilna. Asimismo, también quiere reafirmar el fuerte apoyo de Rumanía a Ucrania, país vecino, invadido por las tropas rusas, incluso respecto a la materialización de su adhesión a la OTAN, y a los socios más vulnerables de la Alianza, especialmente la República de Moldavia (exsoviética, donde la mayoría de la población habla rumano). El jefe del Estado rumano también desea que la importancia de la región del mar Negro para la seguridad euroatlántica se refleje en los documentos y en las decisiones aliadas que serán aprobadas.
Antes de la cumbre, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha declarado que se espera que la mayoría de los aliados anuncien su compromiso para aumentar los presupuestos destinados a la defensa a más de 2 % del PIB a partir de 2024. Solo 11 Estados miembros cumplieron esta solicitud a partir de este año, y uno de ellos es Rumanía.
Según los analistas, más allá del expediente ucraniano, la reunión de la OTAN estará marcada por el anuncio de la admisión de Suecia en la OTAN. El día anterior, el secretario general Stoltenberg afirmó que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, había estado de acuerdo en apoyar la adhesión del reino escandinavo, algo que no había aceptado durante meses. Stoltenberg describió aquel día como uno «histórico». Al ser preguntado sobre la postura de Hungría respecto a la adhesión de Suecia, Stoltenberg afirmó que este problema se había solucionado, dado que las autoridades en Budapest lo habrían informado que no iban a ser las últimas en ratificar el protocolo. Prácticamente, en este momento, todos los 31 Estados miembros de la OTAN quieren que Suecia se una a la Alianza, al igual que Finlandia, país vecino, admitido el 4 de abril.
Después del comienzo de la invasión rusa en Ucrania, el 24 de febrero de 2022, los dos países escandinavos renunciaron a la neutralidad estricta, mantenida durante décadas, y optaron por la adhesión a la OTAN. Turquía dio su visto bueno a Finlandia, pero bloqueó la candidatura de Suecia, a la que acusa de albergar a militantes kurdos, considerados por Ankara «terroristas». El presidente Erdogan quería condicionar la admisión de Suecia a las negociaciones sobre el acceso de su país a la Unión Europea. Turquía presentó la candidatura a la Comunidad Económica Europea, precursora de las actuales estructuras comunitarias, en 1987, y a la Unión en 1999. Las negociaciones para la adhesión comenzaron en 2005 y, desde entonces, Bruselas ha seguido repitiendo que Ankara no cumple los criterios de admisión. La admisión en la OTAN y en la Unión respectivamente son dos procesos que no están relacionados entre sí, afirmó el lunes la portavoz del Ejecutivo comunitario, la rumana Dana Spinanţ. El último informe de la Comisión sobre este asunto es del año pasado y en el mismo se afirma que: «la Unión Europea está muy preocupada por el continuo deterioro de la democracia, el Estado de derecho, los derechos fundamentales y la independencia del sistema judicial» en Turquía.
Traducción al español: Monica Tarău