Resultados definitivos en las elecciones locales
Los socialdemócratas han ganado las elecciones locales de Rumanía, celebradas el pasado 5 de junio, adelantándose a los liberales.
Roxana Vasile, 13.06.2016, 14:10
Tras las elecciones locales de Rumanía que tuvieron lugar el 5 de junio y que son de gran importancia por preceder a las elecciones parlamentarias de este otoño, el Partido Social Demócrata ha conseguido el mayor número de alcaldes, consejeros locales y consejeros generales. Los representantes de la izquierda han adelantado a los liberales, quienes han declarado que están relativamente agradecidos ya que el PSD no ha ganado todo.
El partido liberal ha sufrido una derrota en Bucarest, tradicionalmente un bastión de la derecha. La capital ha sido conquistada por la candidata del PSD, Gabriela Firea, que se ha convertido en la primera mujer a cargo del Ayuntamiento de Bucarest, secundada en los seis ayuntamientos de sector que están en manos de sus compañeros de partido. Una única brecha habría podido aparecer de parte de la ciudadana rumana desde hace pocos meses, la francesa Clotilde Armand, candidata del partido relativamente desconocido Unión Salvad Bucarest (USB), que jugó sus cartas pero perdió frente a su principal adversario y candidato socialdemócrata. A nivel nacional, PSD y PNL están en un equilibrio relativo. Incluso así, los resultados sorprendentemente buenos de la USB en Bucarest, donde Nicuşor Dan se ha quedado detrás de Gabriela Firea, adelantando al candidato experimentado de los liberales, muestra una primera brecha de gran importancia en el panorama político rumano.
Los analistas políticos creen que el PNL se ha partido en dos: por un lado, las organizaciones del país que han obtenido buenos resultados o, al menos decentes, y por otro, la organización de Bucarest que ha obtenido resultados catastróficos. Mientras tanto, la sensación de falta de fuerza, de apatía y de desprecio hacia sus votantes ha llevado al PSD a conseguir una victoria histórica en la capital y a la aparición del fenómeno USB. Es evidente que la Unión Salvad Bucarest siente que está ”en la cresta de la ola” puesto que ha decidido transformarse, con la mirada puesta en las elecciones parlamentarias, en una formación de carácter nacional: Unión Salvad Rumanía. USB critica vehementemente la dedicación y prestaciones de la actual clase política, considerándola indolente y corrupta.
A la luz de los resultados del escrutinio del 5 de junio, la joven formación está cercana a la realidad. Aunque sorprendiera a muchos, en las grandes ciudades rumanas han sido elegidos candidatos con antecedentes penales o con procedimientos penales en curso. El alcalde de Baia Mare, al norte del país, Cătălin Chiricheş, ha sido reelegido con aproximadamente el 70% de los votos, aunque se encuentre en prisión preventiva por un presunto delito de cohecho de decenas de miles de euros. También han ganado las elecciones candidatos imputados o condenados tanto en Craiova como en Râmnicu Vâlcea (Sur) o en Braşov (centro). Sus respectivas victorias dicen mucho sobre los estándares del electorado rumano pero también sobre el mínimo interés de los partidos. Una tendencia de este tipo puede incluso animar a los parlamentarios a multiplicar las iniciativas de limitación de las acciones de la Dirección Anticorrupción.