Reacciones del Ministerio de Asuntos Exteriores a declaraciones controverti
Rumanía rechaza las afirmaciones del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, que ha convertido a su país en un satélite de Rusia.
Bogdan Matei, 19.09.2022, 11:34
El Ministerio de Asuntos Exteriores (MAE) rumano ha reaccionado de inmediato a las declaraciones del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, según el cual «Estados Unidos empujan a Europa a una confrontación militar con Rusia en el territorio de Ucrania y estaría previsto que otros estados también, Rumanía incluida, se implicaran directamente”. «La parte rumana rechaza firmemente semejantes afirmaciones inadmisibles, que alimentan el discurso basado en llamamientos a la fuerza y en la amenaza a recurrir a la fuerza en las relaciones internacionales” — menciona el MAE. Las autoridades de Bucarest recuerdan el papel y la responsabilidad internacional de Bielorrusia en calidad de cómplice de Rusia en apoyar la guerra de agresión contra Ucrania”. El Ministerio de Exteriores reitera que Rumanía es estado miembro de la OTAN, la alianza más fuerte de la historia, y se beneficia plenamente de todas las garantías de seguridad que este estatus comporta.
A Lukashenko, que lleva en el poder desde 1994, se le considera a menudo el último dictador de Europa. La oposición de Bielorrusia teme que el presidente pueda cederle a Moscú una parte de la soberanía nacional, a cambio de la protección que Rusia le ofrece. Las relaciones se consolidaron después de que Moscú brindara su apoyo incondicional al presidente bielorruso, duramente criticado en su país, tras haber sido reelegido, probablemente a base de trampa, en 2020. Además, la cooperación bilateral se considera una salida del apuro de las sanciones que Occidente impuso a ambos países.
Si las aseveraciones de Lukashenko ya no sorprenden a nadie y siguen presentando interés para muy pocos, las que sí han sorprendido, en Rumanía, han sido las declaraciones públicas que ha hecho el profesor Andrei Marga, exjefe de la diplomacia rumana, sobre la guerra de Ucrania. El Ministerio de Asuntos Exteriores las considera «inaceptables” y en flagrante contradicción con la posición oficial de Rumanía respecto a la agresión ilegal, injustificada y no provocada de Rusia contra Ucrania, así como con los principios fundamentales del derecho internacional.
Personaje controvertido, promotor de los valores occidentales en los cargos importantes que ostentó, pero del que se comprobó posteriormente que había sido informador de la policía política comunista, la «Securitate», Andrei Marga ha declarado que Ucrania se sitúa entre «fronteras que no son normales” y que debe ceder territorios a Rusia, Hungría, Polonia y Rumanía. Su punto de vista lo comparten círculos más amplios y no necesariamente nacionalistas, que consideran que Ucrania heredó, sin ser culpable de ello, pero también sin escrúpulos, territorios orientales rumanos, que la Unión Soviética estalinista había anexionado, en 1940, tras un ultimátum.
La opinión pública rumana, sin embargo, tiene bien clara la diferencia entre los traumas históricos y las frustraciones geopolíticas, por un lado, y la crisis humanitaria de Ucrania, por otro lado. Más de 2,3 millones de ucranianos, sobre todo mujeres y niños, eligieron huir, atravesando Rumanía, del ejército ruso invasor. Más de 4.300 solicitaron y recibieron asilo y se benefician de todos los derechos que la legislación nacional estipula. Otros 70.000 ucranianos, aproximadamente, tienen permisos de residencia para beneficiarios de protección temporal.
Traducción al español: Gabriela Ristea