Reacciones ante la tragedia ocurrida en Caracal
Continúan las investigaciones en el caso de los asesinatos en Caracal.
Roxana Vasile, 31.07.2019, 13:29
En Caracal, las autoridades, los fiscales de DIICOT y la policía, continúan la investigación en el caso de los crímenes que sacudieron la pequeña ciudad ubicada en el sur de Rumanía: Gheorghe Dincă, un mecánico sexagenario, ha confesado que había matado a dos jóvenes de 15, y 18 años, respectivamente, Alexandra y Luiza. El hombre las raptó de la calle para su explotación sexual, las secuestró en su casa y las violó. En ausencia de una comunicación periódica por parte de los investigadores, la opinión pública, a partir de los pocos datos existentes, parece haberse convertido en un criminalista colectivo que intenta aclarar la historia aparentemente cada vez más confusa.
Las redes sociales abundan en las variantes más sombrías, en las condiciones en que los cuerpos sin alma de las chicas no se han encontrado hasta ahora. Al mismo tiempo, la insatisfacción de la gente con la forma en que actuaron las autoridades ha alcanzado niveles muy altos, y la evidencia de su falta de profesionalismo no deja de surgir. El tío de una de las víctimas, una persona pública, ha publicado en Facebook los estenogramas de las llamadas desesperadas hechas por su sobrina al Servicio de Emergencias. Alexandra, que fue secuestrada el pasado miércoles, logró llamar el jueves al 112, el número gestionado por el Servicio Especial de Telecomunicaciones. El STS no solo no determinó el lugar exacto donde se encontraba la joven, sino que el operador del 112 y luego el policía que recibió la llamada telefónica de la chica no pudieron gestionar la situación profesionalmente.
Luego, después de buscar en tres direcciones incorrectas indicadas por STS, la policía tardó 19 horas en ingresar a la casa del sospechoso. Las fuerzas policiales echaron la culpa al fiscal del caso en ese momento, quien, invocando disposiciones de la ley, no les permitió ir a la casa del hombre antes de las 6 en punto del día de viernes. Esta serie no permitida de errores ya ha dado lugar a despidos o renuncias. El ministro del Interior, Nicolae Moga, ha presentado su dimisión para salvar parte del prestigio gravemente afectado de esta institución, debido a la pobre actividad de algunos de sus empleados.
Un gesto similar fue hecho por el director de STS, Ionel Vasilca, el jefe de la Policía rumana, Ioan Buda, fue despedido, al igual que los jefes de la policía local, así como el prefecto del distrito de Olt. Al mismo tiempo, este martes, a raiz del análisis realizado durante la reunión del Consejo Supremo de Defensa del País, se ha constatado que las instituciones que tienen responsabilidades en el campo de la seguridad de los ciudadanos han fallado, después una larga serie de errores inaceptables, y no han logrado garantizar un derecho fundamental previsto por la Constitución rumana: el derecho a la vida y la integridad física y mental.
Por lo tanto, el presidente del país, Klaus Iohannis, ha pedido al Gobierno que proponga medidas, normas y procedimientos para una reacción y coordinación rápidas , antes de fin de agosto, para que en situaciones similares a la de Caracal no haya demoras.
Por su parte, la primera ministra Viorica Dancila ha hablado de posibles medidas legislativas para eliminar las deficiencias en el funcionamiento de las estructuras responsables de la seguridad de los ciudadanos. Nombrado interino en el Ministerio del Interior, Mihai Fifor ha recibido un mandato por parte de la primera ministra Dăncilă para iniciar un proceso radical de lucha contra el crimen y para la reforma del sistema.
(versión española: Simona Sarbescu)