Reacciones ante la destitución del Gobierno
Se perfilan varias soluciones que los partidos parlamentarios rumanos toman en cuenta para desbloquear la crisis política generada por la caída del Gobierno de Cîțu.
Roxana Vasile, 06.10.2021, 12:54
Tres partidos han colaborado este martes, a través de una moción de censura, para destituir al Gobierno formado por el PNL y la UDMR y liderado por el nuevo presidente de los liberales, Florin Cîțu. El resultado ha sido aplastante: de 318 mandatarios presentes en el pleno del Parlamento, 281 han votado a favor de la moción, ha habido 0 votos en contra y 0 abstenciones. Han votado a favor tanto los parlamentarios del PSD y la AUR (nacionalista), en la oposición, como la USR, hasta el pasado mes de septiembre, aliado en la coalición gubernamental. Justamente por ello, en su discurso en el Legislativo, Florin Cîțu ha atacado especialmente a los miembros de la USR:
«Después de haber conspirado para derribar al Gobierno, quiere volver al poder, pero con un jefe más indulgente, alguien impuesto por ellos y que cierre los ojos, cuando en vez del camino derecho eligen el izquierdo.»
El vicepresidente de la USR, Dan Barna, ha replicado inmediatamente:
«Podría haber sido el primer ministro reformista, pero ha preferido frenar el programa de Gobierno que debería habernos sacado de la crisis.»
El líder del PSD, Marcel Ciolacu, ha acusado al Ejecutivo de Cîţu de no haber propuesto medidas concretas para la sanidad, la economía o el crecimiento del nivel de vida de los rumanos durante 9 meses de su mandato:
«Nuestro problema y el problema de los rumanos es que han destruido el país en su lucha absurda por el poder.»
Del otro lado de la barricada política, el PNL considera que la destitución del Gobierno de Cîțu es un acto de irresponsabilidad: Rumanía está en plena cuarta ola de la pandemia, y las facturas de electricidad y de gas se han disparado. Ahora, cuando ha caído el Gobierno, cada potencia política en el Parlamento muestra su postura y defiende sus intereses. Sin embargo, éstos son tan divergentes, que parece extremadamente difícil crear una coalición que reciba el visto bueno en una votación de investidura. El PSD y la AUR quieren que haya un gabinete de tecnócratas hasta las posibles elecciones anticipadas. La USR desearía volver al poder, pero no con Florin Cîţu como primer ministro. Parte de los liberales afirman que el actual líder del PNL debería ser nominado, mientras que otros apoyan al exlíder del PNL, Ludovid Orban. Sin embargo, el presidente Klaus Iohannis tendrá la última palabra. Éste ha dejado un tiempo inusualmente largo para negociaciones:
«Para permitir a los partidos políticos que se reúnan en sus foros interiores, para que encuentren enfoques maduros y para que los presenten en las consultas, voy a convocar consultas con los partidos políticos la próxima semana.»
El primer ministro nominado por el presidente Iohannis tendrá 10 días para presentar en el Parlamento el equipo y el programa de Gobierno, para obtener el voto de confianza. Mientras tanto, la crisis política rumana también centra la atención de la prensa internacional. La noticia de la caída del Gobierno liderado por Florin Cîțu ha llagado de Estados Unidos a la India.
Versión española: Monica Tarău