Puntos de vista con respecto a la ley de la Educación
La Presidencia critica las modificaciones legislativas que persiguen reducir el número de clases en la enseñanza rumana preuniversitaria.
Roxana Vasile, 04.01.2019, 18:46
La Presidencia critica las modificaciones legislativas que persiguen reducir el número de clases en la enseñanza rumana preuniversitaria.
Todos aquellos que habían soñado con una cohabitación pacífica entre el presidente de derecha y el Gobierno de izquierda vieron, también en 2018, cómo se disiparon sus esperanzas. Ya que 2019 es un año con doble significado electoral y nos referimos aquí a las europarlamentarias y a las presidenciales, nadie se ilusiona con que las hostilidades acaben. ¡Todo lo contrario! El primer episodio del enfrentamiento entre los Palacios ha empezado en los mismísimos primeros días del Nuevo Año. La consejera de Estado, Ligia Deca, ha explicado este jueves, en nombre del presidente Iohannis, por qué ha solicitado éste al parlamento que reexamine-conforme con una costumbre ya recurrente- las modificaciones legislativas que prevén reducir el número de clases en la enseñanza preuniversitaria. Sobre la base de dichos cambios, el número de clases destinado a las asignaturas de los planes marco debería rondar un promedio de 20 clases por semana en la enseñanza primaria, 25 en la secundaria y 30 en los liceos. Conforme con la consejera, Ligia Deca, esta ley que se aprobó en la ausencia de un análisis de impacto, corre riesgo de producir efectos negativos en la comunidad escolar. Ligia Deca se ha referido a una reducción sin un análisis previo del número de clases, a un proceso superficial, así como a la carencia de una estrategia y de una visión a largo y mediano plazo en un sector tan esencial para el porvenir de Rumanía. Escuchemos a Ligia Deca:
“Reducir el número de las clases a semejante nivel significa, lo más probable, confrontarnos con una oleada de despidos en el sistema de Educación. Más exactamente, el proyecto de ley modifica el artículo 66 de la Ley de Educación Nacional sin evaluar el impacto entre el personal didáctico. Al mismo tiempo, esta ley tampoco prevé las condiciones finales capaces de aclarar la fecha en que entrarán en vigor dichos cambios de la ley de Educación Nacional.
En réplica, la titular de la Educación, Ecaterina Andronescu, ha declarado que el presidente tiene derecho a solicitar un nuevo examen de la ley y ha precisado que existe una orden del titular de Salud que recomienda el número máximo o mínimo de clases para las distintas categorías de edad, orden que ha sido observada por el legislador.
Conviene decir que desde hace muchos años, la educación es objeto de varios intentos de reformar este sistema. En 2014, el propio presidente Iohannis, él también profesor prometió poner en marcha una estrategia titulada “La Rumanía educada. La estrategia entró en debate público al final de 2018, es decir apenas al cabo de cuatro años de mandato presidencial, pero no antes de pasar por las horcas caudinas de aquellos que la criticaban.
La estrategia no conduce a ningún arreglo positivo, han dicho éstos, opinando que la estrategia iba a ser utilizada en 2019 en tanto que tema electoral y en consecuencia, a ser muy politizada. Rumanía se complace más bien en un contexto ruidoso en vez de venir con soluciones, afirman los críticos describiendo en realidad en ámbito político social siempre que haya el intento de cambiar para bien el sistema de educación.