Presupuesto y protestas
Los proyectos del presupuesto público y de la seguridad social han llegado al Parlamento rumano. Al mismo tiempo continúan las protestas.
Corina Cristea, 25.02.2021, 13:36
Después de intensas negociaciones para distribuir los fondos en la coalición mayoritaria de centro-derecha que está en el Gobierno, los proyectos de los dos documentos que guiarán este año las finanzas públicas y la economía de Rumanía, el presupuesto público y el de la seguridad social, han llegado al Parlamento. El plazo para la votación en el pleno es a principios de la próxima semana, con un calendario de debates apretado en las comisiones de este sector. En la coalición se ha decidido que los parlamentarios que representan a los tres partidos políticos, el PNL, la USR PLUS y la UDMR, no presenten enmiendas y voten a favor de la versión de los proyectos aprobada por el Ejecutivo. Ludovic Orban, líder del PNL:
“Se pueden hacer otras mejoras posteriores después de los primeros seis meses, también se puede modificar el presupuesto, pero desde mi punto de vista, el presupuesto está construido de tal manera que ponga en marcha los motores de desarrollo económico: inversiones, crecimiento de la absorción de fondos europeos y apoyo al sector privado a través de varios programas.”
Desde la oposición, el PSD y la AUR, ultranacionalista, critican el presupuesto para este año, considerándolo austero. Los socialdemócratas han presentado enmiendas sobre los que Gabriela Firea, primera vicepresidenta del partido, ha afirmado que proceden de la realidad diaria:
“Todos nuestros compañeros del partido han presentado varias enmiendas, pero éstas no representan una artimaña contra el Gobierno, sino que representan la realidad del país. Hemos intentado renunciar a algunas que, digamos, no eran tan urgentes, justamente para dar prioridad a aquellas que de verdad son ahora muy necesarias en las comunidades.”
Sin embargo, mientras tanto, las limitaciones financieras para los dos presupuestos han sido fijadas en el Parlamento a través de la ley de los límites máximos aprobada este miércoles también en la Cámara de los Diputados, como foro de decisión, después de haber recibido el visto bueno del Senado: este año, el déficit no puede superar un 7,16% del PIB, y los gastos de personal, un 9,8%. La oposición ha afirmado que estos niveles no permitirán el desarrollo del país, mientras que los políticos que están en el poder han replicado que esto es lo que Rumanía se puede permitir en un año pandémico, en el que hay que dar oportunidades tanto a los inversores, como a la recuperación de la economía.
Mientras tanto, los sindicatos continúan protestando contra las medidas de austeridad presupuestaria. Aproximadamente 100 sindicalistas de la Federación Publisind, afiliada al Bloque Nacional Sindical, que representan a 35.000 empleados en numerosos sectores de actividad, se han manifestado delante de la sede de la Administración Presidencial, pidiendo que se eliminen las desigualdades salariales en el sistema público, que se aplique la ley marco sobre los salarios de los empleados públicos y que haya un salario mínimo relacionado con el crecimiento de los precios de consumo. También ha habido protestas delante del Ministerio de Transportes: los empleados de la CFR (la compañía de ferrocarriles rumanos) han pedido, entre otras cosas, que haya inversiones para la modernización de la infraestructura ferroviaria y que se aplique el estatuto del personal ferroviario, una ley que permite el aumento de los salarios en un 30%-40% y mejores condiciones de trabajo.
Versión española: Monica Tarău