Preparativos para la votación en la diáspora
Alrededor de 80.000 rumanos de la diáspora han decidido qué método de votación utilizarán en las futuras elecciones presidenciales del mes de noviembre: por correspondencia o en un colegio electoral.
Roxana Vasile, 16.09.2019, 14:35
Se ha convertido en una tradición que independientemente del objetivo de las elecciones los rumanos de la diáspora tomen por asalto los colegios electorales desde las primeras horas de la mañana para estar seguros de poder ejercer su derecho constitucional. Por lo menos durante los últimos años, en el extranjero, los rumanos han formado colas enormes delante de las sedes de las embajadas, los consulados o los institutos culturales para poder votar. La principal causa la representa el número cada vez mayor de rumanos que optan por vivir en el extranjero para estudiar o para trabajar. En segundo lugar, desde la perspectiva de las futuras elecciones programadas para los días 10 y 24 de noviembre, la antigua ley que resultó ser deficitaria ha sido cambiada y el horario de la votación ha sido ampliado a tres días, del viernes al domingo, mientras que en Rumanía se podrá votar un solo día, el domingo. Además, los rumanos del extranjero han decidido qué método de voto utilizarán, rellenando un formulario en línea en la página votstrainatate.ro y han optado o bien por el voto por correspondencia o bien por el voto en un colegio electoral del extranjero. Además, como resultado de los datos ofrecidos a través de dicho portal, han de constituirse nuevos colegios a condición de que se hayan inscrito 100 rumanos como mínimo de la misma localidad o de un grupo de localidades. A raíz de las solicitudes formuladas en la página votstrainatate.ro los nombres de los ciudadanos rumanos serán eliminados de las listas electorales permanentes de Rumanía y serán inscritos en la lista electoral permanente del extranjero, a saber en la lista de los votantes por correspondencia, facilitando de manera sustancial, la labor de los miembros de las comisiones electorales que de lo contrario, se verían obligados a completar a mano los datos personales de cada elector que se presente ante las urnas. Aunque ampliada hasta el pasado 15 de septiembre, la fecha límite de las inscripciones en línea ha tenido un resultado modesto: solamente 41.000 rumanos de la diáspora han decidido votar por correspondencia y alrededor de 30.000 en un colegio electoral.
Si comparamos la situación con las europarlamentarias del pasado mes de mayo, conviene decir que entonces, en la diáspora, se presentaron ante las urnas casi 370.000 rumanos. Una de las razones que desanimó a la gente fue el temor a que sus datos una vez suministrados a las autoridades rumanas podrían ser averiguados por la Agencia Nacional de Administración Fiscal. De hecho, el presidente de la Autoridad Electoral Permanente, Constantin Florin Mituletu Buica, ha garantizado más de una vez, que los datos personales de los votantes rumanos del extranjeros serán destinados exclusivamente a los procesos electorales y que los rumores que corren no hacen más que desalentar el ejercicio del derecho al voto. De todas maneras, la inmensa diferencia entre 80.000 y 370.000 personas nos determina a creer que las tradicionales colas sin fin tampoco faltarán del cuadro electoral del próximo de noviembre.