Preocupaciones sobre los precios de la energía
En Rumanía han entrado en vigor medidas para limitar los precios de la electricidad y el gas natural, lo que, sin embargo, alivia en pequeña medida los temores de la población.
Roxana Vasile, 02.11.2021, 13:56
A partir del 1 de noviembre, los precios de la electricidad y el gas natural están limitados en Rumanía, debido a la liberalización del mercado, a partir del 1 de julio, simultáneamente con los aumentos exorbitantes a nivel internacional. Al mismo tiempo, hasta el 31 de marzo del próximo año, algunas facturas serán parcialmente compensadas. En concreto, para los consumidores domésticos, el precio final de la electricidad está limitado a 1 leu/kWh (unos 20 céntimos de euro), y el precio del gas natural a 37 bani/kWh (unos 7 céntimos de euro).
Tanto la población como los hospitales, los consultorios médicos de la familia, las escuelas, las pequeñas y medianas empresas, las ONG o las iglesias también se beneficiarán de compensaciones. Por ejemplo, para ser elegibles, los consumidores domésticos deben estar dentro de un determinado consumo mensual máximo, mientras que las pymes solo pagarán el precio del suministro de energía, excluyendo los impuestos de distribución o transmisión.
Mientras tanto, algunos alcaldes están buscando soluciones alternativas para reducir los costos de energía. En Mangalia, ciudad turística en la costa del mar Negro, las centrales térmicas cambian a combustible líquido ligero, que tiene un precio significativamente más bajo que el gas natural, y las tecnologías de producción y explotación han mejorado en los últimos años, como lo explica el teniente de alcalde Dragoş Angelescu:
ʺTodo funciona bien con combustible líquido ligero. Al final de la semana, probablemente, todas las plantas que atienden a la población se pondrán en funcionamiento con combustible líquido ligero y todos tendrán calor en los radiadores.ʺ
Sin embargo, no todos los ayuntamientos tienen soluciones a su alcance. El Gobierno interino rumano les prometió un rápido apoyo financiero del Fondo de Reserva, con el fin de cubrir parte del dinero necesario para subvencionar el aumento del precio de la megacaloría. El invierno ni siquiera ha llegado y ya, algunas ciudades conectadas a las redes públicas de calefacción tienen dificultades para suministrar calefacción y agua caliente debido a las constantes subidas de precios o a las deudas acumuladas. Es el caso de Timisoara (oeste), una de las ciudades más ricas del país, donde más de 50 000 hogares y casi todos los hospitales permanecieron, durante varios días, sin agua caliente y calefacción, debido a deudas con el proveedor de gas. La propia capital, Bucarest, donde la red pública de suministro de calor deja mucho que desear, es una de las ciudades donde, este invierno, el precio de la calefacción y el agua caliente se duplicará en comparación con el año pasado y el único escape es que el ayuntamiento aumente el subsidio que otorga. Con todo, si algunos rumanos ya están temblando por el frío, todos tiemblan, en cambio, por miedo a que el invierno que se está acercando sea muy complicado.
Versión en español: Victoria Sepciu