¿Por qué suben los precios?
En Rumanía, los precios de los huevos, la carne y los productos lácteos han subido muchísimo. ¿Cuál es la causa?
Roxana Vasile, 20.11.2017, 13:27
En los últimos años, en Rumanía, a medida que se acercan las fiestas de Pascua, Navidad o Año Nuevo, los precios de los productos alimentarios suben muchísimo. Los primeros en ser culpados son los minoristas, acusados de aprovecharse de estos períodos del año para aumentar sus ingresos dado que en esta época del año los rumanos suelen gastar una buena cantidad de dinero en alimentos. Sin embargo, este año, los precios han subido enormemente. Desde hace algunas semanas los precios de los huevos, la carne y los productos lácteos, especialmente la mantequilla, han aumentado inexplicablemente, y en algunos casos, se han triplicado. El aumento de los precios de los huevos se debe a una disminución de la producción una vez llegado el invierno así como a la crisis del mercado europeo provocada por el escándalo de la contaminación por Fipronil que ha afectado a granjas de los Países Bajos, Francia y Bélgica. También una crisis europea es el motivo de la fuerte subida del precio de la mantequilla. Asimismo, el precio de la carne se ha incrementado aunque representantes de la Asociación de Criadores y Exportadores afirmen que los precios de la carne de pollo y cerdo han bajado en granja en un 30% en comparación con el año pasado.
El propio ministro de Agricultura de Rumanía, Petre Daea, ha declarado que el aumento de los precios no está justificado:
“Hemos verificado todos los productos, tanto en las tiendas como en los productores. Hemos constatado que el costo de producción no ha sufrido modificaciones. No encontramos elementos objetivos que justifiquen semejantes precios y por eso nos hemos dirigido al Consejo de la Competencia porque este organismo dispone de instrumentos legales. Queda por ver si hay también otros factores perturbadores en el mercado.”
Entre los factores que pueden influir en los costos de los productores y transportadores figuran el aumento en las tarifas de energía y carburantes o la depreciación de la moneda nacional, el leu, frente al euro. Sin embargo, es imposible que éstos determinen la actual duplicación de los precios, según declara el presidente de los sindicatos de la industria alimentaria, Dragos Frumosu:
“Es difícil sancionar a alguien porque en realidad el mercado es libre. El problema es que éstos se burlan injustificadamente de los consumidores que les llenan los bolsillos cada día comprando alimentos”.
Mientras que Dragos Frumosu identifica un “juego” a nivel internacional del cual salen ganando los productores, el presidente de las patronales de la industria alimentaria, Sorin Minea, no cree en una teoría de la conspiración y señala que las actuales subidas de precios representan solamente el comienzo de un proceso cuyos efectos mayores se notarán a lo largo del próximo año. Sorin Minea:
“Todos los costes suplementarios, es decir la corriente eléctrica, la energía, los combustibles, la inflación así como la depreciación del leu y el aumento del sueldo bruto determinarán aumentos de precios.”
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en los primeros diez meses, el precio de la energía eléctrica ha aumentado en un 7%, la energía térmica en un 3% y el gas en un 2%.