Políticos y acusaciones de corrupción
Nuevos escándalos de corrupción sacuden a la clase política en Bucarest, a menos de dos meses de las elecciones.
Bogdan Matei, 17.10.2024, 11:12
Las revelaciones de la prensa y las investigaciones de los fiscales siguen limpiando las listas de candidatos con las que los partidos políticos rumanos quieren concurrir a las elecciones parlamentarias del 1 de diciembre. La semana pasada, la socialdemócrata Laura Vicol dimitió como presidenta de la Comisión Jurídica de la Cámara de Diputados. Esto se produce tras una investigación publicada por la plataforma mediática Recorder sobre el acuerdo inmobiliario Nordis, que supuestamente no era más que una gigantesca estafa.
El editorial culpa a «los negocios de un clan político e inmobiliario con conexiones al más alto nivel», cuyo principal socio es Vladimir Ciorbă, marido de Laura Vicol. Más tarde dimitió del PSD, alegando el «linchamiento mediático» del que supuestamente fue objeto. Después le tocó al PNL, que gobierna con los socialdemócratas. La Cámara de Diputados aprobó la solicitud de la Dirección Nacional Anticorrupción (DNA) de una orden de registro del domicilio y los registros informáticos del exministro liberal de Sanidad Nelu Tătaru, acusado de soborno. Tătaru afirma que es inocente, que nunca recibió dinero de pacientes y que quiere que se haga justicia.
Los fiscales contraatacan con lo que denominan 57 actos materiales, que probarían la recepción de sobornos de forma continuada. A la prensa le hace gracia que un médico que en su día fue una figura pública respetada y un antiguo ministro estrella se llevara no sólo decenas de euros, sino también pollos vivos de los pacientes. El médico Tătaru dirigió la cartera de Sanidad durante la pandemia de COVID-19.
Por lo demás, parlamentarios de la AUR (la oposición nacionalista) y diputados no afiliados pidieron a la Cámara de Diputados que ampliara las investigaciones de la DNA al periodo en el que Tătaru, como ministro, gestionó los contratos públicos durante la pandemia. En el plano político, el PNL decidió retirar al médico de todos sus cargos y excluirlo de las listas electorales al Parlamento.
También la semana pasada, el senador Eugen Pîrvulescu fue acusado y está siendo investigado bajo control judicial por compra de influencias, un caso en el que supuestamente está implicado el antiguo director general de la Oficina Estatal de Invenciones y Marcas (OSIM), Marian-Cătălin Burcescu. A diferencia de Tătaru, Pîrvulescu no es una patata caliente para los liberales. Fue elegido hace cuatro años en la lista del PNL y permaneció casi anónimo en la escena pública hasta que estalló el escándalo de corrupción, pero ya había abandonado el partido y se había unido al equipo de campaña del aspirante presidencial Mircea Geoană, que se entregó a la opinión pública como candidato independiente después de haber sido uno de los líderes del PSD que más tiempo habían permanecido en el cargo.
Versión en español: Monica Tarău