Phoenix, un fenómeno musical rumano
El grupo musical Phoenix o el legado del músico Nicu Covaci
Roxana Vasile, 05.08.2024, 10:57
A la edad de 77 años, Nicu Covaci, fundador de la legendaria banda Phoenix, falleció el viernes por la noche. La noticia recorrió rápidamente Rumanía, como la valentía artística del hombre que permanecerá para siempre en la historia cultural del país.
Nacido el 19 de abril de 1947 en Timișoara (oeste), Nicu Covaci fue compositor, guitarrista, cantante, pintor y artista gráfico. Desde muy joven aprendió piano, acordeón, francés, inglés y alemán. Tocaba la armónica y la guitarra. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes y en el Instituto de Bellas Artes de Timișoara. Era aficionado al atletismo, al remo, al boxeo, a la natación y al motociclismo.
Junto con un compañero de colegio, Nicu Covaci funda, en 1961, la banda de guitarristas Sfinții, cuyo nombre cambia en 1964 por el de Phoenix. En los primeros años, 1964-1966, Phoenix toca en salas de estudiantes y clubes de Timișoara, interpretando canciones del repertorio de grupos famosos de la época: The Beatles, The Rolling Stones, The Monkees y The Animals. El grupo se dio a conocer en todo el país cuando la invitaron a Bucarest para programas de televisión.
Tras su primer concierto en la capital, en 1965, en la sala del Instituto de Arte Teatral y Cinematografía, el grupo fue invitado a grabar en el estudio de la Radio Nacional. En 1974, en plena época de etno-rock del grupo, Phoenix fue prohibido por el régimen comunista de Nicolae Ceausescu. «Me di cuenta de que no funcionaba y decidí marcharme. En cuanto llegué a Ámsterdam, empecé a merodear por los estudios para averiguar cómo continuar con la banda fuera. La única solución era sacarlos ilegalmente del país. La desesperación me llevó a hacerlo. Los metí en los amplificadores Marshall y partimos hacia la frontera», escribió Nicu Covaci en su blog personal sobre cómo los miembros de la banda consiguieron escapar de Rumanía.
Instalados en Alemania, Nicu Covaci y sus antiguos y nuevos compañeros de banda, que a lo largo de los años han sufrido una serie de transformaciones marcadas por rupturas y regresos, operan bajo los nombres de Mad House y Transsylvania Phoenix. Inmediatamente después de la revolución anticomunista de 1989, la banda regresó a Rumanía y dio su primer concierto en mayo de 1990.
Cuando se le pregunta cómo explica el éxito de Phoenix, que sigue siendo tan grande como siempre después de tantas décadas, independientemente de la edad del público, Nicu Covaci lo explica de forma sencilla: «Seguimos teniendo un público, de 7 a 70 años, que canta nuestras canciones sílaba a sílaba. Ya no somos jóvenes ni guapos, pero somos creíbles». Las canciones inmortales de Phoenix pasarán a la historia del rock rumano, reinterpretando en estilo etno-rock los arquetipos más singulares y poderosos del espacio rumano: «Vremuri», «Mugur de fluier», «Cei ce ne-au dat nume» o «În umbra marelui urs», entre otras.
Versión en español: Antonio Madrid