Perspectivas económicas y reajustes sociales
El conflicto iniciado por Rusia en Ucrania tendrá, inevitablemente, un impacto en la economía europea, ha afirmado, en Bucarest, el comisario Paolo Gentiloni.
Roxana Vasile, 30.03.2022, 13:17
La pandemia de COVID-19 ha afectado durante dos años a la economía rumana. Había perspectivas de mejora de la situación, teniendo en cuenta también que, desde principios de marzo, las autoridades rumanas han decidido no prolongar los estados de alerta declarados anteriormente y dejar de imponer restricciones Sin embargo, la invasión de Ucrania, que casi coincidió con la salida de Rumanía de la pandemia, ha generado.nuevos problemas que se añadieron a los que ya había: los aumentos significativos de los precios de la electricidad y el gas natural, con efectos en todos los precios al consumo.
Durante una visita a Bucarest, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ha hablado de un impacto ya visible en la inflación, que subió, en febrero, al 6,2% en la Unión Europea y al 7,9% en Rumanía. El alto cargo de Bruselas ha destacado que, este año, Rumanía podría registrar un crecimiento económico de más del 4%, y se verá afectada por la invasión rusa en Ucrania. En las nuevas condiciones en las que, después de la pandemia, le ha tocado a la guerra causar temores, hace falta tener una coordinación de las acciones a nivel comunitario para limitar una crisis y para mantener la reanudación del crecimiento económico, a través de los Planes de Recuperación y Resiliencia. El comisario europeo de Economía también ha afirmado que, al ser creados antes de la guerra, estos planes se podrían ajustar dentro de los límites de las normas comunitarias vigentes, pero, de todas formas, son extremadamente importantes, representando motores del crecimiento en una situación difícil. Por ejemplo, a través del Plan Nacional de Recuperación y Resilencia, Rumanía se podría aprovechar de más de 29.000 millones de euros.
El Ejecutivo rumano está trabajando en un paquete de medidas para gestionar los efectos de la alta inflación y del conflicto en Ucrania, especialmente para contrarrestar el crecimiento de los precios de los productos energéticos y de los alimentos, ha precisado el ministro de Finanzas, Adrian Câciu. Éste también ha afirmado que al menos un 70-80% de las medidas que se pondrán en marcha deberían ser financiadas con dinero europeo. Una de estas medidas sería el apoyo a más de 3,5 millones de rumanos de bajos ingresos. Ellos podrían ser ayudados con bonos para hacer frente a la ola de crecimientos de precios y hay debates respecto a este asunto en la coalición gubernamental. El PSD propone conceder vales de 50 euros para los alimentos básicos, cada dos meses, a las familias con niños, a las personas con discapacidad y a los jubilados de bajos ingresos. También los alumnos procedentes de familias pobres tendrían que recibir bonos de 30 euros para comprar suministros escolares, ropa y alimentos. El PNL está de acuerdo con la ayuda para alimentos básicos e incluso ha propuesto doblar algunos vales.
Versión en español: Monica Tarău