Pandemia en Rumanía: evolución negativa
En su octavo mes de lucha contra el nuevo coronavirus, Rumanía registra récords negativos en cuanto al número de contagios, muertes e ingresos en las unidades de cuidados intensivos.
Corina Cristea, 08.10.2020, 14:13
Cifras alarmantes de la epidemia de coronavirus en Rumanía: tras varios días registrando alrededor de 2000 infecciones en 24 horas, el número de infecciones se ha disparado repentinamente, con 3000 nuevos casos contabilizados por primera vez el miércoles. Se registran datos negativos también en el número de muertes y de ingresados en cuidados intensivos. De las 1050 camas de cuidados intensivos totalmente equipadas con las que cuenta Rumanía, en este momento, más de la mitad están ocupadas por pacientes infectados con el nuevo coronavirus. En este contexto, el Ministro de Sanidad, Nelu Tătaru, ha hecho un nuevo llamamiento a la población para que se respeten las normas de protección sanitaria. Ha especificado que el sistema sanitario sigue resistiendo, pero no debe ser forzado, puesto que también hay personal médico infectado. Asimismo, Nelu Tătaru ha hecho hincapié en el peligro que entraña el uso del transporte público o acudir a algunos acontecimientos, donde se ha observado que se ignoran las normas sanitarias. «Si se respetan algunas reglas registraremos un número bajo de casos, al haber una transmisión comunitaria reducida», ha recordado el ministro. «Es cierto que existen brotes en los centros de ancianos, los centros infantiles, las instalaciones sanitarias, las empresas o en operadores económicos, pero ahora toca ver hacia dónde se dirigen esos brotes», explica Nelu Tătaru.
Entre las medidas más recientes adoptadas para limitar la propagación de infecciones por SARS-CoV-2, por ejemplo, en Bucarest, se encuentran la obligación de llevar la máscara cerca de los centros educativos y el cierre de salas de espectáculos y de juegos de azar. Los hoteles solo pueden ofrecer comidas a sus clientes y los restaurantes ya no pueden servir en espacios interiores. En aquellas localidades donde la tasa de incidencia ha superado los 1,5 casos de COVID por cada mil habitantes, los restaurantes, las cafeterías y los establecimientos de ocio han permanecido cerrados durante dos semanas. Se han intensificado los controles en las ferias, los mercados y el transporte público, incluso mediante controles realizados por agentes de policía de paisano. El principal partido de la oposición, el Partido Social Demócrata (PSD), defiende que la responsabilidad por la situación epidemiológica actual en Rumanía recae por completo en el Gobierno liberal y en el presidente Klaus Iohannis. «El Ejecutivo no ha tomado las medidas necesarias para reabrir las escuelas en condiciones de seguridad, no se ha encargado de asegurar las existencias de remdesivir y no ha comprado respiradores para los centros hospitalarios», comenta Marcel Ciolacu, líder de los socialdemócratas. Asimismo, la decisión de cerrar restaurantes y bares recibe críticas por parte del PSD, quienes recuerdan en qué medida se ha visto afectado el sector de la hostelería debido a la pandemia. «Las restricciones son inevitables en el contexto actual», ha subrayado el presidente Klaus Iohannis, quien ha añadido que «cuanto antes se introduzcan y respeten estas medidas, antes notaremos sus efectos y se podrán retirar de nuevo». «Estamos en un punto de inflexión», ha señalado el jefe de Estado, quien ha hecho un llamamiento general a la responsabilidad.
Versión en español: Víctor Peña Irles