Nuevos focos de peste porcina africana
El número de distritos de Rumanía afectados por la peste porcina africana está aumentando. Además, otro brote epidémico amenaza con propagarse en las ovejas y las cabras.
Roxana Vasile, 18.09.2018, 13:18
El 1 de mayo de 2018, Rumanía contaba con 4129 millones de cerdos, esto es 357.000 menos frente al mismo período del año anterior. Desde el verano del año 2017, ya han sido sacrificados, a causa del virus de la peste porcina africana alrededor de 233.000 cerdos. Conforme con los datos suministrados por el más reciente balance de la Autoridad Nacional de Sanidad Veterinaria y para la Seguridad Alimentaria, la peste porcina se ha apoderado de más de 200 localidades de 13 distritos, uno más en comparación con el pasado fin de semana, después de que el Instituto para el Diagnóstico y la Sanidad Animal de Bucarest confirmara la aparición del virus en un cerdo de una granja privada del departamento de Dambovita, sur del país, que antes no se había enfrentado con semejante problema. Sandu Tolea, jefe de la Dirección Sanitaria Veterinaria de Dambovita explica qué medidas se han tomado:
“Han sido establecidas la zona de protección y la zona de vigilancia delimitadas en una distancia de 3 y 10 kilómetros respectivamente, y se han creado también filtros junto con la Inspección departamental de la policía.”
El número de focos a nivel nacional se acerca a 900, inclusive en las explotaciones comerciales industriales. Los responsables del sector de sanidad veterinaria no se cansan de insistir en la necesidad de que se respeten las reglas elementales para que la enfermedad deje de propagarse. En opinión del titular de Agricultura, Petre Daea, en el presente, la culpa de la multiplicación de los casos de peste porcina la tiene la población:
“Si el propietario de la granja se percata de un signo clínico deberá avisar de inmediato al médico veterinario. Si alguien intenta sacrificar al cerdo, no sólo deberá hacerlo en presencia de los médicos veterinarios sino que además se verá obligado a entregarles un pedazo de la carne para que sea analizada. Si no se aplican estas reglas no tendremos ningún resultado positivo.”
Dicho con otras palabras, ante cualquier sospecha de enfermedad se tiene que avisar de inmediato. Todos los animales sospechosos se tienen que sacrificar y los propietarios serán indemnizados. La peste porcina africana no afecta al ser humano pero el virus tiene un impacto inmenso a nivel económico y social. En este caso, el simple transporte de la carne de cerdo infestada de un lugar a otro puede tener consecuencias dramáticas en la propagación de la enfermedad.
Como 75 de cada 100 cerdos criados en las granjas de la UE se encuentran en Rumanía, el peligro de propagación del virus es muy alto. Y como un mal nunca viene solo, las autoridades temen que otro brote epidémico amenace también a Rumanía tras ser detectados seis focos en el país vecino, Bulgaria. Se trata del virus de la peste de los pequeños rumiantes que afecta a las ovejas y a las cabras y cuya tasa de mortalidad, en el caso de los animales infestados, puede alcanzar un 70%. En consecuencia, se ha prohibido despachar, adquirir e introducir en el territorio de Rumanía animales y materiales seminales, óvulos y embriones desde las localidades afectadas.