Nuevas investigaciones de corrupción
La Fiscalía Anticorrupción ha exigido al Senado el visto bueno para iniciar el seguimiento penal del senador Gabriel Oprea, líder de la Unión Nacional para el Progreso de Rumanía y antiguo ministro del Interior.
Ştefan Stoica, 26.01.2016, 16:50
Las cosas empiezan a complicarse para el líder de la UNPR, Gabriel Oprea, el personaje político del cual dependía, en un determinado período, la estabilidad de la ya difunta coalición gubernamental de izquierda. La DNA ha solicitado este lunes el visto bueno al Senado para iniciar el seguimiento penal del ex vice primer ministro y ministro del Interior, al que acusa de dos infracciones relacionadas con el abuso de poder en cuanto a la utilización de la escolta oficial.
Livia Saplacan, portavoz de la DNA explica de lo que se trata :
“Dos delitos relacionados con el abuso de poder con obtención de beneficios ilegales para sí o para otros. El primero se refiere al uso ilegal por el exministro del Interior de los vehículos oficiales.”
El escándalo que obligó a los fiscales a iniciar la investigación surgió después de que un policía perdiera su vida el pasado mes de octubre, mientras conducía su moto acompañando al dignatario. Las investigaciones revelan que tan sólo en 2015, Gabriel Oprea habría utilizado 1600 veces la escolta de la policía. Cabe precisar que el exministro del Interior habría ofrecido ilegalmente también al fiscal general de Rumanía, Tiberiu Nitu, el derecho de utilizar la escolta oficial para sus desplazamientos. Si por una parte Tiberiu Nitu se ha negado a hacer comentarios, Gabriel Oprea por la suya, se ha declarado inocente:
“Me considero inocente y esto se confirmará con el tiempo. También considero que es obligación profesional de los fiscales verificar cualquier sospecha referente a posibles infracciones de la ley.”
Los comentaristas piensan que el político Gabriel Oprea ha gestionado mal el escándalo en que está implicado. Se negó a dimitir y tuvo un intento de volver a ganar la credibilidad perdida implicándose, de una manera casi ostentativa, en las operaciones que siguieron tras el incendio devastador producido en la discoteca Colectiv de Bucarest. Su tentativa fracasó e incluso todo el gabinete tuvo que dimitir bajo presión de la población, harta de la corrupción que hay en la administración central y local. La investigación de Gabriel Oprea apenas está comenzando.
En cambio, el pasado lunes ha finalizado el juicio del exdiputado del PSD Ion Stan condenado por el Alto Tribunal de Casación y Justicia a dos años de cárcel por tráfico de influencia, acusado de haber recibido dinero durante la campaña electoral del 2012 de varios empresarios a cambio de facilitarles contratos con empresas públicas. Asimismo, en 2009, Ion Stan, en calidad de presidente de una organización distrital del PSD recibió indirectamente productos para la campaña electoral a cambio de la promesa hecha al sobornador de otorgarle, gracias a la influencia que tenía sobre algunos alcaldes y funcionarios locales, contratos con dichos ayuntamientos.