Nueva crisis en el Gobierno de Cioloş
El ministro rumano de Sanidad, Patriciu Achimaş-Cadariu, ha presentado su dimisión tras el escándalo de los desinfectantes diluidos de los hospitales.
Roxana Vasile, 09.05.2016, 17:34
En Rumanía deben haber sido bastantes las víctimas de algunas infecciones adquiridas en el hospital: en los últimos cinco años, el Servicio Rumano de Inteligencia ha enviado a las autoridades aproximadamente 100 informes sobre las disfunciones del sistema sanitario público, incluso sobre el problema de las infecciones nosocomiales intrahospitalarias. Sin embargo, el ministro Patriciu Achimaş-Cadariu es la primera víctima indirecta en el inmenso escándalo iniciado recientemente sobre el empleo de los desinfectantes diluidos.
Una investigación periodística ha revelado que la concentración de los desinfectactes sería incluso decenas de veces más baja de lo que especifican las normas vigentes. Tras seis meses en el cargo, el ministro Achimaş-Cadariu ha decidido irse del Ministerio de Sanidad por no estar de acuerdo con la manera en la que el Gobierno ha decidido gestionar la crisis. El sábado, el primer ministro Dacian Cioloş pidió al Ministerio reanudar y extender la investigación administrativa, y verificar la concentración y la eficiencia de todos los productos empleados actualmente para la desinfección en cada hospital del país.
Las muestras no conformes que se han descubierto ya en 50 unidades sanitarias se han enviado para nuevas pruebas. Al mismo tiempo, se está desarrollando también una investigación de la Fiscalía General. Se han realizado pesquisas en los hospitales y en las sedes de la empresa HexiPharma, que suministra las sustancias desinfectantes. Extendiendo la problemática, el primer ministro Cioloş desea que se modifique la legislación y se tomen medidas para sacar a la luz los problemas del sistema sanitario, mucho más numerosos y extremadamente graves. He aquí la declaración Dacian Cioloş:
‘Queremos utilizar los próximos 6 meses para tomar otras medidas estructurales, que aunque no aportarán una reforma fundamental en el sistema médico, al menos mostrarán los problemas y nos ayudarán a solucionarlos. Quiero asegurar a todos que no voy a ocultar nada, no voy a ignorar nada. Mi intención es formar un grupo de gente que conozca el sistema, unos del interior y otros de fuera del sistema, para establecer lo que se puede hacer en 6 meses y seguro que lo haré.’
Por un lado, a corto plazo, es necesario recuperar la confianza de los rumanos en el sistema, y por otro, hay que tomar medidas como la rehabilitación de la infraestructura hospitalaria obsoleta a través de la construcción de hospitales con fondos europeos. Además, no podemos ignorar las irregularidades en la gestión de los hospitales. Por esta razón debemos reanalizar los contratos de gestión en las unidades públicas y la manera en que las unidades médicas están subordinadas a las autoridades centrales y locales. Según el primer ministro Cioloş, en los últimos 6 o 7 años, Rumanía ha tenido al menos 10 ministros de Sanidad. Ninguno ha podido reformar el sistema y eliminar los escándalos, que desde hace algunos meses han ido multiplicándose.