Novedades en el caso Microsoft
Varios exministros rumanos investigados en un gran caso de corrupción han sido absueltos.
Florentin Căpitănescu, 02.02.2018, 13:17
El caso Microsoft, considerado por la prensa rumana uno de los más espectaculares de la historia judicial de la Rumanía postcomunista, ha dado un giro inesperado. Varios exministros investigados por delitos de prevaricación en este gran caso de corrupción han sido absueltos de las acusaciones, porque los delitos cometidos entre 2003 y 2004 han prescrito. Los seis exministros son Ecaterina Andronescu, y Alexandru Athanasiu, extitulares de Educación, Mihai Tanasescu exministro de Finanzas, Serban Mihailescu, exministro coordinador de la Secretaría General del Gobierno, y Dan Nica y Adriana Ticau del Ministerio de Comunicaciones. Para el séptimo, Daniel Funeriu, ex ministro de Educación, se ha dictado la solución de prescripción, ya que la nota firmada por él no tenía efectos jurídicos.
Conforme con la Dirección Nacional Anticorrupción, los siete fueron llevados al banquillo por haber iniciado y respaldado proyectos de decisiones gubernamentales mediante los cuales fue aprobada la conclusión de un contrato con una compañía privada. Una compañía que según las declaraciones de la DNA habría sido considerada la única distribuidora de licencias Microsoft, motivo por el cual no se organizó una subasta pública. En el mismo caso, los empresarios, Dinu Pescariu, extenista, y Claudiu Florica, fueron enviados a juicio por blanqueo de dinero. Ambos han sido acusados de blanquear 22 millones de dólares, dinero que posteriormente se habrían apropiado junto con otros altos dignatarios. Los fiscales investigaron los contratos mediante los cuales durante varios Gobiernos, el sistema educativo se habría beneficiado de licencias IT, cuyo número superaba las necesidades reales y cuyo precio desafiaba cualquier lógica económica.
El desenlace por un lado nos intriga dado que el daño al Estado asciende a los 70 millones de dólares. Por otra parte, el mismo desenlace pone en tela de juicio la competencia de los fiscales de la DNA, de hecho una institución muy apreciada en el país debido a las victorias obtenidas en los tribunales y alabada constantemente en los informes sobre la Justicia de la Comisión Europea. Pese al final sorprendente, el caso Microsoft puede ser considerado un ejemplo elocuente de los llamados contratos de dedicación, una práctica muy habitual en la política de adquisiciones de las instituciones públicas rumanas. Desde otra perspectiva, este caso describe un sistema vicioso, tóxico, en que políticos y empresarios se dan la mano para satisfacer sus propios intereses financieros y los partidos nombran a personas completamente inadecuadas para ocupar altos cargos de la Administración.