Misión del FMI en Rumanía
La jefa de la misión del FMI, Andrea Schaechter, y el representante del FMI en Rumanía y Bulgaria, Guillermo Tolosa, han celebrado una rueda de prensa para presentar las conclusiones de esta misión en referencia a las dos primeras evaluaciones del acuerdo
Corina Cristea, 04.02.2014, 17:42
Las prioridades de las reformas económicas y el marco legislativo con impacto sobre la economía han sido los temas dominantes de las conversaciones que se han celebrado en Bucarest durante las últimas dos semanas, entre los representantes de las instituciones acreedoras externas, el presidente y el primer ministro, así como representantes de los partidos políticos, de los sindicatos, de las asociaciones de empresarios, de los bancos y de algunas organizaciones de la sociedad civil. Se trata de una visita destinada a evaluar el acuerdo de tipo preventivo firmado el pasado otoño por Rumanía con el FMI, un acuerdo que ronda unos 2000 millones de euro por un periodo de 2 años, a los que se suman otros 2000 millones de euros por parte de la Comisión Europea.
Al finalizar las conversaciones, los expertos financieros internacionales han presentado sus conclusiones y también han hecho algunas recomendaciones a Bucarest, entre las que figuran incrementar la absorción de fondos europeos y aumentar el consumo. El FMI estima para este año un crecimiento económico de un 2,2% para Rumanía, en comparación con el incremento del 2,8% registrado el año pasado, es decir el mayor crecimiento económico registrado desde el inicio de la crisis.. El año agrícola y las exportaciones son unos de los factores que han generado este crecimiento, a los que se añade el nivel reducido de las importaciones de energía que ha determinado la disminución del déficit de cuenta corriente.
El presupuesto para 2014 está destinado en primer lugar a las inversiones y una de las prioridades es desarrollar la infraestructura, en lo que también coinciden los representantes de las instituciones financieras. Su optimismo también se debe al nivel reducido de la tasa de interés para los créditos otorgados a Bucarest, intereses que han alcanzado un nivel histórico, y además, al hecho de que Rumanía pueda convertirse en un exportador de energía, lo que ayudaría a crear nuevos puestos de trabajo. Incluso se ha encontrado una solución para uno de los asuntos polémicos entre el presidente Traian Băsescu y el Gobierno encabezado por Victor Ponta, es decir el aumento del impuesto especial sobre el carburante. Se trata de una subida de 7 céntimos de euro, inicialmente prevista para el comienzo de año y ahora aplazada tres meses, tras la condición impuesta por el jefe del Estado para firmar el borrador de presupuesto para 2014. Esta medida no figura en la carta de intención enviada al FMI, pero se aplicará a partir del próximo 1 de abril, tanto para la gasolina como para el gasóleo.
Además el jefe del Ejecutivo ha anunciado que el Gobierno ya tiene el acuerdo de los socios externos para dos decisiones con impacto sobre la economía. La primera medida se dirige a las personas que hayan tomado créditos bancarios. Así, los jubilados o los asalariados con ingresos mensuales que no superen los 1.610 lei (unos 360 euros) y que no tengan pagos restantes de más de 90 días, podrán beneficiarse de una reducción equivalente a la mitad de los pagos mensuales por un periodo de 2 años. Sin embargo, dicha reducción no puede superar los 500 lei (aproximadamente 110 euros) mensuales. La segunda medida se refiere al sector privado y se aplicará a partir del próximo 1 de julio. En este caso, para las empresas que generen al menos 20 nuevos empleos, el Estado pagará la mitad del valor total de los gastos salariales.
(Trad. S. Sarbescu )