Manifestación unionista en Chisináu
Decenas de miles de personas pidieron el domingo en Chisináu la reunificación de la República de Moldavia (exsoviética, donde la mayoría de la población habla el rumano), con Rumanía.
Bogdan Matei, 06.07.2015, 15:25
Los politólogos, siguiendo una fórmula ya conocida pero bastante simplista, han
afirmado que en la República de Moldavia, la sociedad está dividida entre los
partidarios de la integración europea y los del acercamiento a Moscú. Las
proporciones serían bastante parecidas, según lo mostraron las elecciones
legislativas más recientes del 30 de noviembre del año pasado, cuando los
partidos declarados prooccidentales – Liberal Demócrata,
Demócrata y Liberal – obtuvieron pocos escaños más que la izquierda filorusa – socialista y comunista. Sin embargo, además de estas dos
orientaciones dominantes, existe entre los partidarios de Occidente una
corriente cuya voz es cada
vez más fuerte. Entre Moscú y Bruselas, algunos eligen Bucarest.
El domingo,
30.000 personas se reunieron en el centro de Chisináu para pedir la unión con
Rumanía. Los promotores, varias organizaciones no gubernamentales de los dos
estados, han afirmado que sólo unidos podemos hacer frente a los retos
del futuro, podemos vivir mejor en nuestro país, podemos gozar de un país
grande, sin fronteras interiores, sin obstáculos, con un destino común y
próspero para todos los rumanos. El que leyó la resolución fue uno de los
actores más populares en Chisnáu, Nicolae Jelescu:
Estamos lanzando un llamamiento a todos los que toman las decisiones en Rumanía y la
República de Moldavia que, más allá de las ideologías y de los intereses del
partido, promuevan la solidaridad nacional y contribuyan a la reunificación de
las dos orillas del río Prut.
El acontecimiento tuvo lugar en la misma plaza de la Gran Asamblea
Nacional, en la que se organizaron las grandes protestas antisoviéticas entre
1989 y 1990, y en la que el 27 de agosto de 1991, más de 700.000 personas
manifestaron su agrado por el hecho de que el Parlamento de Chisináu proclamara la independencia de Moscú.Para
muchos de ellos, era sólo un primer paso hacia la liquidación de los efectos
desastrosos del ultimátum soviético de 1940, cuando el Moscú de Stalin anexionó
los territorios rumanos del este, en los que se creó la actual República de
Moldavia.
Los participantes en la manifestación del domingo esperan que, a
partir de este año, en los Parlamentos de Chisináu y Bucarest se creen de
manera aritmética mayorías que decidan la organización de un referéndum sobre
la unificación de la República de Moldavia con Rumanía. Sin embargo, hasta
entonces, los analistas opinan que Chisináu necesita urgentemente una mayoría
de gobierno que funcione. La República está en plena crisis financiera y
bancaria, con un déficit presupuestario creciente y con el cese de la financiación externa.
Además, hace un mes, el Gobierno minoritario apoyado por el Partido Liberal
Demócrata de la República de Moldavia y el Partido Demócrata persentó su dimisión,
después de las acusaciones repetidas de corrupción e incompetencia, y después
de las revelaciones sorprendentes de que el primer ministro Chiril Gaburici
falsificó su diploma de bachillerato.
Los liberaldemócratas y los demócratas están ya negociando con los liberales el ingreso
de éstos en una nueva coalición mayoritaria tripartita, según el modelo de la
que funcionó entre 2009 y 2014, y que firmó acuerdos de asociación y libre
comercio con Bruselas y mantuvo durante un tiempo la esperanza de que la República
de Moldavia pudiera adherirse a la UE en 2020.
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