Los rumanos de Ucrania y la ley de las lenguas regionales
Los altos representantes de Bucarest han reaccionado ante las restricciones de los derechos de la comunidad rumana de la Ucrania vecina. El legislativo de Kiev ha decidido que el idioma rumano, junto con las lenguas de todas las minorías étnicas, pierdan
Florentin Căpitănescu, 25.02.2014, 14:19
La derogación por el Parlamento de Kiev de la ley que reconoce el estatuto de las lenguas de las minorías étnicas como idiomas regionales utilizadas en la administración o en las escuelas, sigue preocupando a las autoridades de Bucarest. La decisión, tomada sobre el trasfondo de la ola nacionalista rusófoba instalada en el legislativo de Kiev, es calificada de golpe contra la minoría rusa, pero también afecta a la minoría rumana convertida en víctima colateral. El interés aumentado de Bucarest por la conservación de los derechos de la comunidad rumana en Ucrania que cuenta con más de 400.000 miembros, es legítimo.
El primer ministro Victor Ponta, ha expresado su deseo de que esta ley sea reemplazada lo más pronto posible por una reglamentación europea. También el Ministerio de Exteriores ha advertido que Ucrania debe proteger los derechos de las minorías étnicas para que su camino europeo no se vea afectado. Además, el Ministerio expresa su profunda preocupación por un posible deterioro de todo el sistema de protección de las minorías de Ucrania. Asimismo, el Ministerio de Exteriores de Bucarest afirma que estará pendiente de la situación de los rumanos étnicos de Ucrania así como del modo en que sus derechos son respetados y promovidos. El presidente del Senado, Crin Antonescu, y el ministro delegado para los rumanos en el exterior , Cristian David, han subrayado que el uso del idioma rumano es absolutamente necesario para mantener la identidad de los rumanos que viven en Ucrania. Todas estas reacciones se basan en una realidad confirmada en el ámbito europeo.
Rumanía, reconocida en el plan europeo por la multitud de derechos que ofrece a las minorías, trata de servirse del poder de su propio ejemplo. Desde el libre acceso a la administración local o central y la garantía de la enseñanza en la lengua materna hasta la representación de las minorías en el Legislativo de Bucarest, Rumanía ofrece suficientes motivos para ser considerada un modelo en toda la Unión Europea. Una prueba más en este sentido sería que la minoría más importante de Rumanía, la húngara, pudo promover sus intereses al más alto nivel gracias a la presencia de la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía en casi todos los gobiernos instalados después de los años 90 en Bucarest.